Dos mujeres y un hombre se sentarán en el banquillo de los acusados para responder por los delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva, coacciones y otro delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros después de obligar presuntamente a una mujer de origen nigeriano a prostituirse a diario por las calles de Gijón. Dos de ellos -el varón y una de las mujeres- afrontan 13 años de cárcel y el pago de 6.480 euros de multa mientras que la tercera implicada a tres años de prisión que exige el Ministerio Fiscal.

La víctima de estos hechos -se encuentra dentro del programa de protección de testigos- nació en Nigeria y allí fue captada, a principios de 2015, por una mujer no identificada -se cree que hermana de una de las encausadas- que le ofreció a ella y a su familia llevarlas a Europa en busca de oportunidades. Eso sí, previo pago de 35.000 euros, según el escrito de calificación de la Fiscalía

La primera parada de ese viaje fue Libia. Allí estuvo casi nueve meses en los que fue obligada a prostituirse hasta que fue trasladada a Italia a bordo de una embarcación que acabó siendo rescatada por un barco militar. La víctima acabó después en un centro de inmigración, pero se escapó. Llamó entonces a su madre, que la ayudó a contactar con la persona que la esperaba allí, tal y como le dijo la mujer que la había captado en Nigeria. Con él estuvo un mes hasta que llegó a Roma -viajó desde Gijón- uno de los acusados. Éste viajó con la documentación de la tercera implicada para poder traerse a España a la víctima.

En febrero de 2016 llegaron en avión a Barcelona y de ahí, en tren, a Gijón gracias a la documentación de la tercera acusada, que presuntamente desconocía lo que iba a ocurrir después (de ahí que solo afronte tres años de prisión). Una vez en Gijón, la mujer nigeriana entró a vivir en el domicilio que compartían dos de los acusados, el hombre y la otra mujer que tenían como objetivo beneficiarse de la explotación sexual de su inquilina. De hecho, debía darles 400 euros semanales fruto de su trabajo y pagar 200 euros por la habitación, 40 euros por la comida y parte del recibo de la luz. Por ello, debía prostituirse todos los días en Gijón de 22.30 a 6 horas y siempre vigilados por la pareja en cuestión.

La víctima -estaba sin papeles y, por tanto en situación irregular en España- se animó a desvelar lo que ocurría a un hombre con el que llegó a entablar cierta amistad y que actualmente es otro testigo protegido. El hombre se ofreció a ayudarla y hasta le ofreció irse a su casa, pero al tener conocimiento la pareja de proxenetas le exigieron el pago de 20.000 euros en concepto de rescate. El hombre llegó a pedir un préstamo al banco y pudo abonar 10.000 euros, supeditando el resto del dinero acordado a que la víctima recibiese un pasaporte a su nombre, por el que ella tuvo que pagar otros 1.400 euros.

29 años de cárcel

29 años de cárcelEsta pareja delictiva está ahora acusada de un delito de trata de seres humanos (6 años de cárcel), otro de prostitución coactiva (3 años), de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (3 años) y de otro de coacciones (1 año). De ser condenados, les exigen el pago de 35.000 euros a la mujer nigeriana y de 14.400 euros al hombre que la rescató.

El juicio se celebrará en la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, el próximo 17 de octubre.