La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El trabajo, el mejor combustible

"Como si me hubiera tocado la lotería", celebra Antonio Luque, parado de larga duración, haber encontrado empleo en una gasolinera gracias a "Incorpora"

Antonio Luque, ayer en Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

Con 48 años, sin trabajo y con una larga temporada de paro a sus espaldas, el futuro de Antonio Luque parecía escrito de antemano y condenado a una cadena más o menos constante de precariedad laboral. Pero, gracias a su propio esfuerzo y a la intervención de la Fundación Adsis, a través del programa "Incorpora" que gestiona la Obra Social de La Caixa, ha demostrado que el guión puede cambiar. Ahora puede presumir de haberse reciclado, de haber abierto puestas y, finalmente, conseguir un contrato de trabajo indefinido. "Cuando supe que me contrataban me puse loco de contento; como si me hubiera tocado la lotería", recuerda.

La historia de Antonio Luque no es ni mucho menos aislada, sino que se repite en muchas personas que alcanzan una edad sin tener una estabilidad laboral. En su caso, "nací en Avilés, pero me fui con la familia de pequeño a Zaragoza. Allí trabajaba de carpintero, pero con la crisis la empresa redujo plantilla y me vi en la calle. Así que decidí volver en junio del año pasado a la región natal a cambiar un poco de aires", relata. El retorno, sin embargo, no resultó fácil, porque "no había trabajo, tuve que combinar varias cosas por horas, dando vacaciones y bajas, trabajando en Oviedo y en Gijón en lo que salía, en empresas de limpieza, en la playa con las hamacas y comiendo en el autobús para llegar a todo y poder salir adelante", relata.

Hasta que, a través de un conocido, supo de la existencia del programa Incorpora de la Fundación Adsis. "Aquí me puse en contacto con Toñi López, la responsable de la Fundación, y gracias a ellos tuve orientación, apoyo y formación en cosas como la elaboración del currículum o aprender a funcionar con el móvil y con Internet", explica. Enseguida le ofrecieron junto con Cocemfe la posibilidad de hacer un curso de expendendor de combustibles, seguido de unas prácticas de 120 horas en una gasolinera de Gijón. Cuando se terminó, le surgió la posibilidad de trabajar en la gasolinera de Barros, propiedad de Carburantes Carbayín. Allí lleva desde enero con la seguridad que da "tener una nómina fija, poder pagar las facturas y tener una vida más tranquila", relata, asentado en La Felguera "a cuatro pasos del trabajo, con vacaciones y descansos".

En la empresa, por su parte, también están encantados con Antonio. "Es un chaval avispado y con buen trato hacia la gente, estamos contentos con el resultado de este tipo de contratos; no es la primera vez que lo hacemos", explica el gerente, Álvaro Martínez, quien señala que ya tuvieron una experiencia con un centro especial de empleo en otra gasolinera y "también fue muy positivo para todos".

Antonio Luque, por su parte, agradece todo el apoyo recibido, sobre todo "la confianza en mí mismo, el hecho de que me hayan hecho descubrir otras capacidades y me hayan ayudado de forma individualizada a reciclarme y abrirme a nuevas oportunidades". Y quiere lanzar un mensaje: "el esfuerzo es fundamental, y con esfuerzo se puede conseguir; igual es un buen espejo para otras personas", recalca.

Incorpora de "la Caixa" se dirige especialmente a personas con discapacidad, parados de larga duración, jóvenes con dificultades para acceder a un empleo, exreclusos, víctimas de violencia de género e inmigrantes. Desde 2015 ha formado a 404 personas en situación de vulnerabilidad.

Compartir el artículo

stats