El Hospital de Cabueñes va a sumarse a la tendencia internacional de revisar sus formas de hacer para mejorar las experiencias de los pacientes. Aunque eso suponga reducir actividad ya consolidada. Un ejemplo: Cabueñes estaría dispuesto a hacer menos cirugías de cataratas -se vienen haciendo unas 40 operaciones a la semana- si se evidencia que no todos los que ahora pasan por esa intervención acaban valorándola como una mejora de su calidad de vida.
Así lo explicó ayer el gerente de Cabueñes, Miguel Rodríguez. "A los pacientes hay que empezar a preguntarles qué es lo que quieren para saber qué esperan de nosotros", indicó. Para ello el centro acaba de iniciar una colaboración con la fundación Ichom (International Consortium for Health Outcomes Measurement), una referencia mundial en la estrategia de revisión del valor que tienen para el paciente algunas prestaciones sanitarias, avanzando más allá de los simples datos numéricos de cuánta actividad sanitaria realizan las instituciones.
En el caso de la colaboración con Ichom, la primera que se desarrolla en Asturias, Cabueñes pretende desarrollar una estrategia para que se puedan valorar por los pacientes dos procesos concretos: la cirugía de cataratas y el seguimiento del embarazo, el parto y el puerperio. "Podríamos estar sobreindicando cataratas, por ejemplo", sostiene Rodríguez
"Uno de los grandes objetivos de la gestión sanitaria actual es mejorar la experiencia del paciente. Eso que tanto se dice de que el paciente debe ser el centro del sistema debe hacerse realidad", comentó el gerente. El área V, dijo, quiere hacerlo explorando "cómo se pueden pactar las mejores opciones para cada paciente en particular, tanto de diagnóstico como de tratamiento específico, lo que debe incluir la opción de no hacer nada si así lo quiere el implicado; por otra parte hay que contar con el paciente en la evaluación de resultados para saber si tras nuestra intervención están satisfechos o los resultados obtenidos le sirven. Podemos colocar perfectamente una prótesis pero igual el paciente queda sin la funcionalidad que deseaba, o tiene dolores...", expresó el gerente. Precisamente este nuevo reto de los gestores sanitarios -el de incluir de una forma más conveniente al paciente en la toma de decisiones- versó uno de los ejes de trabajo del congreso que desde ayer se desarrolla en la Laboral y en el que participan más de 300 directivos del sector sanitario nacional, miembros de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa).
El congreso también aborda otros aspectos como la profesionalización y puesta en valor del papel de los gestores sanitarios, o el reto de las nuevas tecnologías para los sistemas sanitarios faltos de recursos. Rodríguez, presidente de la agrupación astur-cántabra de Sedisa, indicó que en las nuevas tecnología está también un gran foco de interés "no sólo por lo que implican de actualización de las organizaciones, sino también por los perfiles profesionales que debemos incorporar en la sanidad para dar respuesta a ese tema", citando así a los expertos en big data.
