"Tenemos fruta deliciosa". Deva Martínez y Celia Moralejo tienen tan sólo 5 años pero despachan con gran desparpajo todo tipo de productos cultivados en la huerta del cole. Vestidas de aldeanas, las pequeñas participaron ayer, junto a otros ocho niños, en un mercadillo asturiano en el patio del centro de educación infantil San Eutiquio, en Castiello de Bernueces. Ellos fueron por unas horas los tenderos y sus padres, los clientes. Pero allí no se movió ni una moneda; todo se compró a base de pegatinas, lápices de colores, libretas y juguetes. ¿El objetivo? Fomentar el consumo de fruta y verdura y "no de chuches", como explicó la profesora Beatriz Palmero. "Estamos trabajándolo también en clase, les llevamos productos para que los prueben", añadió.

Ayer en vez de comerlos, tocó venderlos. "Las manzanas se agotaron todas", dijeron desde un pequeño puesto Pedro González, de 6 años, y Vera Ameijide, de 5. Con montera picona y hasta bigote despacharon "muchas zanahorias y lechugas" Álex Rodríguez y Arzu Rodríguez, de 5 años. "Nos parece una iniciativa fabulosa. Venden cosas prácticas y aprenden a relacionarse", comentó Cristina Fernández, con su pequeño de 23 meses Matías, que cambió un cogollo de lechuga por unas pegatinas y unas pinturas. "Lo pasan muy bien. Mi hija Águeda, que ahora tiene 9 años, participó cuando era más pequeña y les queda un recuerdo muy bonito", señaló Marta Vega. Para Asur García, Alexandra Singer, Bárbara Brea y Estefanía Castaño también coincidieron en señalar que la actividad "mola mucho": "Nos hemos llevado de todo: lechugas, patatas, fabas, zanahorias...". De los puestos voló todo.

La idea ahora es que los padres elaboren con los productos de la huerta platos para una romería asturiana, que se celebrará en el colegio el próximo lunes a las cuatro de la tarde.