Tres jóvenes -uno de 20 años y dos de 15- fueron detenidos acusados de varios robos de bicicletas, producidos en las calles de Gijón y en garajes privados. Para cometer los actos delictivos, el cabecilla -el mayor- se servía de una cizalla para cortar los candados de los ciclos, mientras los otros dos jóvenes hacían labores de vigilancia y cobertura. Fue un agente de paisano el que pilló a los ladrones in fraganti en uno de sus robos. El cabecilla de la banda había sido detenido en septiembre por forzar una vivienda para robar una bicicleta. La Policía busca ahora a los dueños de algunas bicicletas recuperadas.