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El Ayuntamiento estrena un plan pionero de ayuda al estudio que ya cuenta con lista de espera

En las sesiones, copadas principalmente por opositores, se trabaja el aspecto psicológico y emocional para evitar perder la motivación

Alumnos estudiando en una biblioteca. RICARDO SOLÍS

Aprender a aprender. Esa es la máxima que busca el programa de ayuda al estudio que, desde la oficina de Juventud, impulsa el Ayuntamiento de Gijón. Un proyecto creado en septiembre, con una sesión al mes, y que para la de esta semana lleva ya días con las quince plazas completas y otros tantos alumnos en lista de espera. Además, destacan los organizadores, muchos de estos alumnos repiten y ya solicitan poder adscribirse al programa completo, de 10 meses.

"Aprender a estudiar es la asignatura pendiente de muchos estudiantes", asegura la psicóloga Nuria García Alonso de la Torre, del estudio de psicología Ayudarte, quien está al frente del proyecto. "Veíamos que los alumnos tienen bibliotecas y salas de estudio pero, si no saben cómo, no las aprovechan", explica.

Por ello, esta psicóloga incluye en las sesiones consejos, trucos y técnicas de estudio para que los estudiantes mejoren su rendimiento académico, huyendo del fracaso escolar. El programa está dividido en tres sectores: alumnos de secundaria, universitarios y opositores. A los primeros "les enseñamos las cosas más básicas, como hacer esquemas, comprensión lectora o velocidad de lectura". Unas técnicas que ya se dan por hecho en los otros dos grupos, donde se incide en "herramientas para el día a día, para que aprendan a organizarse bien y no pierdan la motivación".

Sobre todo en el sector de opositores, los más numerosos. "Es un camino a largo plazo y es importante marcarse objetivos más cortoplacistas y realistas para no perder la motivación", explica García.

Por ello, el aspecto psicológico y emocional es uno de los que más se trabajan. "Quienes no tienen una buena base y estudiaron siempre a base de memoria, les cuesta más el cambio a la universidad", relata la especialista, "puede ser que los resultados sean peores y se planteen si escogieron bien la carrera. Algunos incluso acaban dejándola", analiza. Sin embargo, "lo único que pasa es que les cuesta adaptarse al cambio".

En las sesiones trabajan desde técnicas de subrayado y reglas mnemotécnicas hasta claves para organizarse de la mejor forma posible "para optimizar el tiempo de estudio y ser más productivos". Todo ello con una metodología activa. La psicóloga remarca que "el estado de ánimo a la hora de estudiar es fundamental, hay que tenerlo muy en cuenta", así como "tener hábitos saludables: comer y dormir bien". La última de las claves pasa por analizar los malos resultados. "Tenemos que preguntarnos en qué hemos fallado, si realmente no somos capaces de hacerlo mejor o es que no hemos planificado lo suficiente", asevera García. Todo para "alejar al fantasma del fracaso escolar".

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