En poco menos de un mes entra en vigor en Asturias el decreto de garantías de tiempos máximos de acceso a las prestaciones sanitarias, conocido como el decreto de demoras. Una norma que obliga a las gerencias de los centros de la red pública sanitaria regional a tener en cuenta plazos concretos de atención a los pacientes y que pretenden embridar las listas de espera.
Así, las consultas de Ginecología, Oftalmología, Traumatología, Dermatología, Otorrino, Neurología, Cirugía General, Urología, Aparato Digestivo y Cardiología tienen un plazo de referencia para su resolución de 60 días, dando prioridad a las primeras consultas para solventar esa atención. En cuanto a las técnicas diagnósticas, colonoscopias, mamografías, ecografías, TC y resonancias deben también resolverse en un tiempo máximo de dos meses. Igual que las operaciones de cataratas, prótesis de cadera o rodilla o histerectomía (y las cirugías cardíacas, que en el área sanitaria V no se ofrecen), que no deberían tardar más de 180 días en pasar por quirófano desde que una persona entra en la lista de espera.
Con esa norma como referencia, en el área sanitaria V Cabueñes tiene en las consultas de Traumatología y Urología su mayor foco de problemas, como reconoce el gerente de Cabueñes, Miguel Rodríguez. Hace unos días Rodríguez aseguró que en estos momentos no es la espera quirúrgica lo que puede situar a Cabueñes en la tesitura de incumplir los tiempos máximos, dado que "no tenemos a nadie que lleve esperando más de seis meses" en los procesos fijados de especial atención.
La duda, sostiene Rodríguez, es cómo se comportará la lista de espera en las consultas de Traumatología y Urología, las que concentran mayor demanda y superan en la actualidad las indicaciones de la Consejería. Miguel Rodríguez admitió que en el caso de ambos servicios "tendremos que plantear a los profesionales si quieren hacer actividad por la tarde, pero la decisión será de ellos ya que no es una cuestión que se pueda obligar", recalcó.
Precisamente el pasado año uno de los esfuerzos de Cabueñes en cuanto a listas de espera estuvo en propiciar una reducción de demoras en esas consultas de diagnóstico que se habían estancado en cifras inadecuadas. En un año se logró reducir en unos 6.000 pacientes las demoras para esa primera cita con el médico especialista. Este año el volumen de casos pendientes de primera consulta, cada mes, siempre ha estado en torno a las 10.000 personas, frente a las 35.000-36.000 consultas que, por contra, se resuelven en el mismo tiempo. Oftalmología, Traumatología y Urología y Otorrino son los servicios con mayores demandas, pero de cara al final del trimestre sólo estarían en márgenes de incumplimiento, según el gerente, Trauma y de Urología.
Por lo que respecta al Hospital de Jove, el centro concertado gijonés que tiene población propia asignada por la Consejería para su atención, la gerente del centro Laura García Díaz también tiene en Traumatología su principal motivo de preocupación. "Se han sumado una serie de circunstancias que nos han complicado un poco la lista, como jubilaciones y bajas", admite. La intención del centro es resolver lo que está pendiente "apurando actividad, pero sin recurrir a actividad extraordinaria. Eso es algo que en este centro se plantea de forma muy excepcional", admite la gerente. En principio Jove necesita incrementar actividad en consultas y cirugía para cumplir con los tiempos del decreto sanitario. El centro concertado también tiene en la actualidad un nudo de atasco en resonancias diagnósticas. Se debe a derivaciones imprevistas que han desestabilizado el ritmo habitual de entrada de casos en el servicio de Radiodiagnóstico, tanto procedentes de la población propia del área de Jove como de otras áreas sanitarias de Asturias.
