Las cuatro personas procesadas por vender anabolizantes en un gimnasio y una tienda de nutrición de Avilés a personas vinculadas con el mundo del deporte reconocieron ayer los hechos ante el juez, que les impuso penas de cárcel que van de un año a seis meses de prisión y el pago de una multa de 630 euros a cada uno. No obstante, los condenados, que anunciaron ayer que no recurrirán la sentencia, podrán eludir la cárcel siempre y cuando no delincan en los próximos tres años y estén disponibles y receptivos ante cualquier requerimiento del órgano judicial pertinente. Una quinta procesada salió absuelta.

El dueño del establecimiento -de iniciales J. M. S.- se valía de sus funciones como entrenador para captar a deportistas, asesorarlos y luego "suministrarles medicamentos anabolizantes no comercializados legalmente en el mercado español para realizar sus ciclos, sin la oportuna prescripción médica", tal y como estimaba el ministerio fiscal, que en principio exigía una condena de dos años y nueve meses de cárcel. Finalmente, la fiscal rebajó la pena a un año de cárcel y el entrenador no entrará en prisión a menos que cometa algún delito durante los próximos tres años. Junto a él, deberá cumplir las mismas condiciones otro de los procesados, G. S. C..

Los otros dos encausados -un hombre y una mujer, de iniciales S. G. M. y L. G. S., respectivamente- han sido condenados a seis meses de cárcel y al pago de una multa de idéntico importe, 630 euros. También ellos evitarán la cárcel si no cometen delito alguno, pero en su caso durante los próximos dos años.

El magistrado titular del Juzgado de lo penal número 2 de Gijón decretó además la destrucción de las sustancias.