Un gijonés de 38 años y con antecedentes por malos tratos se saltó el pasado viernes la orden de alejamiento que tiene vigente hacia su expareja, de 29 años, y la secuestró en su casa, aprovechando que la joven bajó al portal a recoger un pedido de comida a domicilio. El hombre, que responde a las iniciales M. O. F. S. S., la subió con violencia a su coche y condujo a gran velocidad hasta el municipio de Cabranes, donde su víctima pudo huir y pedir auxilio mientras él hacía lo mismo en otra dirección. De hecho, no fue detenido hasta ayer por mañana y porque volvió a la vivienda de su expareja, que permanece ingresada en el HUCA

El ataque a su víctima lo perpetró el acusado en la noche del pasado viernes, en la calle Feijoo, en el barrio de El Coto. Acudió a la casa de la joven y la interceptó cuando ella había bajado al portal para recoger un pedido de comida. La agarró violentamente y la metió en su coche, un Mercedes, sin que ella pudiese evitarlo. Acto seguido emprendió la huida fuera de Gijón utilizando para ello carreteras secundarias.

El trayecto en coche fue toda una odisea para su víctima, a la que amedrentó con amenazas de muerte constantes, le dio fuertes golpes y hasta le lanzó el teléfono por la ventanilla del turismo después de que ella recibiese una llamada de alerta. Al tiempo, el ahora detenido fue dando bandazos en su conducción, lo que provocó que colisionase en varios ocasiones, aunque la afectada "no pudiese precisar con qué", según explican fuentes municipales.

En un momento dado, a la altura de un pequeño pueblo del concejo de Cabranes -a poco más de 40 kilómetros de Gijón- el vehículo en el que la joven iba secuestrada quedó inmovilizado. En un principio, M. O. F. S. S. la obligó a bajarse para empujarlo, lo que aprovechó ella para poder huir y pedir auxilio. Logró refugiarse en una vivienda Fue uno de los inquilinos quien interceptó a una patrulla de la Guardia Civil y les explicó que había llegado a su casa una chica a la que no conocía y que aseguraba haber sido agredida por su expareja. Eran las 1.40 horas.

Los agentes de la Benemérita se dirigieron hasta el lugar señalado y se entrevistaron con la joven, que presentaba signos visibles de una posible violencia de género. A ellos les relató que vivía en Gijón y que su expareja la había metido a la fuerza en el coche antes de poder escapar de su maltrato. Acto seguido fue trasladada al HUCA, donde se recupera de las policontusiones sufridas, que no revista gravedad. Al tiempo, los guardia civiles se movilizaron para intentar localizar y detener al presunto responsable, pero éste ya había huido.

M. O. F. S. S. volvió al lugar de los hechos, ayer a las 11.15 de la mañana. Fue sorprendido por la Policía Local cuando se disponía a llamar por el interfono al domicilio de su expareja. Ahora afronta la presunta comisión de varios delitos como detención ilegal, lesiones, amenazas y quebrantamiento de medidas cautelares de protección. Está pendiente de pasar a disposición judicial.

"Riesgo bajo"

"Riesgo bajo"La víctima de este nuevo caso de violencia de género en Gijón contaba con una orden de protección y en la última valoración policial se había establecido un nivel de riesgo bajo. No obstante, y a raíz de la última denuncia la valoración ascendió a "un nivel de riesgo extremo" y en la actualidad la víctima está siendo protegida por la sección de Vigilancia y Control de las Órdenes de Protección (Vicop) de la Policía Local de Gijón.

El Juzgado de Violencia Contra la Mujer de Gijón es el tercero de España con mayor volumen de trabajo: en 2017 tramitó 1.158 asuntos y resolvió otros 1.104 procedimientos. Es por ello que en los últimos años sus funcionarios acostumbran a hacer horas extra para sacar adelante la carga de trabajo que tienen a diario. El Principado reforzó el Juzgado con dos nuevos funcionarios en el mes de julio, aunque desde el órgano judicial llevan tiempo alertando que la solución para evitar el colapso es la creación de un segundo Juzgado de Violencia en Gijón.