La "operación Tortellini" -investigación de la Guardia Civil que permitió desarticular en 2016 a una importante red de distribución y venta de drogas en Gijón- sumará esta mañana un nuevo capítulo después de que hace un año se condenase a cinco de sus miembros. Un sexto implicado, el que adquiría la cocaína en Madrid según la Fiscalía, se enfrentará hoy a una pena de siete años de cárcel y pago de una multa de 400.000 euros por un delito contra la salud pública. Sus presuntos compañeros se repartieron 32 años de cárcel en una sentencia avalada por el Tribunal Superior de Justicia.

Este nuevo procesado, y siempre según el escrito de calificación del ministerio fiscal, se dedicaba al tráfico de drogas desde al menos noviembre de 2015 en compañía de otras cinco personas, las ya condenadas. Él era el encargado de adquirir las sustancias estupefacientes en la Comunidad de Madrid mientras que sus compinches la traían en coche hasta Gijón para su posterior venta. Así las cosas, y dentro de una exhaustiva investigación de la Benemérita- se hizo una labor de seguimiento de los sospechosos el 23 de junio de 2016. El acusado acudió a un camping en Santa Marta (Valladolid) y se encontró allí con dos de los individuos ya condenados en esta operación. Ellos le entregaron un "Seat Ibiza" que el procesado llevó hasta su domicilio, entonces en Guadalajara y luego lo trasladó hasta Alcalá de Henares para adquirir la droga.

El 4 de julio, y en ese mismo vehículo, el acusado -junto a otro individuo que no ha podido ser identificado- introdujo cinco paquetes que contenía más de 5 kilos de cocaína con una pureza del 80,8% en un hueco creado para ello en la aleta posterior derecha del coche. Una vez conseguida la mercancía se fueron hasta una estación de servicio donde realizaron el intercambio de coches con los individuos -les condenados a siete años de cárcel y multa de 400.00 euros- anteriormente citados. Fueron estos últimos los encargados de traer la droga a Gijón, pero una vez rebasó el peaje de la Magdalena, en la AP-66, la Guardia Civil les dio el alto y procedieron a su detención, incautando la droga que escondían en el vehículo, valorada en más de 216.700 euros.

Tras esta detención en el Huerna comenzaron los registros de varios domicilios y se sucedieron las detenciones. A juicio llegaron siete personas, cinco acusados por adquirir y distribuir la droga en Gijón y un matrimonio de León que tenían un taller mecánico. A estos dos últimos se les acusó de manipular los coches para lograr que tuviesen escondites donde guardar la droga pero resultaron absueltos de todo cargo.

En cambio, los otros cinco -que en su defensa declararon que se conocían de "pasear al perro" e "ir al gimnasio"- se repartieron hasta 36 años de cárcel por un delito contra la salud pública. No obstante, fueron absueltos del delito de pertenencia a grupo criminal. De esa forma, a José Ramón G. G. (cabecilla del grupo) y Javier C. P. les impusieron ocho años de cárcel cada uno mientras que para Carlos V. V. y Santiago A. G. (los detenidos en el Huerna) fueron siete de cárcel. El quinto, el único que fue al juicio en libertad provisional, recibió seis años de cárcel. Este sexto implicado afronta ahora siete años.