Gijón de Sidra no deja de crecer tras diez años de certamen en el que cada vez son más las etiquetas y restaurantes que honran la cultura sidrera en la ciudad durante los once días de eventos. Prueba de ello son las 125.000 botellas vendidas en esta ocasión -10.400 cajas de sidra de 72 palos diferentes- y las 50.000 cazuelinas servidas en los establecimientos participantes. Todo un récord dentro de una edición que ha tenido como nombres propios a la sidrería Chaflán, el llagar Villacubera y al joven escanciador Víctor Borge, de la Fueya de Tomás, que en la tarde de ayer se alzaron con los galardones más prestigiosos. "Cuando un evento no deja de crecer es porque se están haciendo las cosas muy bien", explicó el concejal Jesús Martínez Salvador durante la ceremonia, celebrada en el Llagar de Castiello.

La sidrería Chaflán, que ha superado el medio siglo de funcionamiento, se alzó con el premio a la mejor sidrería y también el galardón al mejor equipo sidrería-llagar, que distingue al mejor binomio del certamen. "Estamos muy contentos porque no nos lo esperábamos; llevábamos muchos años participando y aunque siempre tienes esperanza nunca lo esperas, creo que es un premio a toda nuestra trayectoria", explicó satisfecho Víctor Fernández tras recoger el galardón en compañía de su esposa, Lola García, y de su madre, Lucinda Álvarez, cofundadora de la sidrería junto al desaparecido Ángel Fernández hace ya 51 años.

El joven Víctor Borge fue reconocido como mejor escanciador y pese a llevar solo dos años practicando el ritual, desde que su padre, Tomás Borge, abrió la sidrería la Fueya de Tomás. "En 2017 ya fui finalista, pero estoy contento porque es muy difícil conseguirlo y un premio que todos queremos", explicó el joven.

El premio a mejor sidra fue para el llagar Villacubera; la mejor cazuelina la sirivieron en la sidrería El Camín Encantau; la sidrería más guapina fue La Tonada de Montevil; y Sidra Arsenio se alzó con el premio a la sidra más "prestosa" tras votación en redes sociales. También se distinguió a la sidrería que más cajas de sidra vendió, El Camín Encantau con 610 cajas y 43.920 culinos escanciados.