Lejos de desaparecer, los abusos sexuales a menores de edad se suceden con mucha frecuencia tal y como confirman las asociaciones dedicadas a atender a las víctimas, que en el mayor de los casos, alrededor del 70%, padecen por culpa de familiares o su entorno más próximo. Ayer, por ejemplo, el TSJA confirmó una condena de diez años de cárcel contra un gijonés de 34 años por someter sexualmente a su primo, de ocho años de edad. Al tiempo, otro gijonés de 41 años se debía enfrentar a una pena de cinco años de cárcel -siete pide la acusación particular, ejercida por Cavasym- por realizar tocamientos a su sobrina, de diez años, pero se suspendió y habrá que esperar para juzgarle.

En lo relativo al primer caso, el del gijonés nacido en 1984 que abusó de su primo desde que éste tenía ocho años, el TSJA ha confirmado que este individuo "con ánimo libidinoso" obligaba al menor a mantener relaciones sexuales completas (...) desde un tiempo indeterminado hasta diciembre de 2016, momento en el que el niño -entonces de ocho años- reveló lo que ocurría a su madre. No obstante, aplicando la ley vigente, el relato estremecedor de la sentencia añade que le obligó a hacerlo "sin emplear fuerza ni intimidación", de ahí que la condena sea por abuso sexual y no por agresión sexual.

La sección octava de la Audiencia dio plena credibilidad al relato del niño porque éste fue "lógico, coherente, creíble, persistente y verosímil". El menor, que fue representado por Ana María González (abogada de Cavasym), sufrió "una grave alteración de la estabilidad emocional tuvo que recibir tratamiento psicológico". Es por ello que la condena incluye además el pago de una indemnización de 15.000 euros y otros seis años de libertad vigilada. También tendrá prohibido acercarse a su víctima a menos de 300 metros y la prohibición de comunicarse con él por cualquier medio. Tanto el menor como sus padres están recibiendo ayuda.

Juicio suspendido

Juicio suspendidoEl juicio previsto contra el gijonés de 41 años acusado de realizar tocamientos a su sobrina, de 10 años, fue suspendido debido a que el tribunal de la sección octava de la Audiencia Provincial -compuesto por tres magistrados- era distinto al que estuvo en la primera parte del proceso, cuando hace unos días declaró la psicóloga del equipo psicosocial que atendió a la menor porque le era imposible acudir a la vista oral señalada ayer.

En ese momento eran tres los magistrados que componían el tribunal, pero ayer uno de sus miembros era distinto. Cabe señalar que desde hace unos meses el presidente de la sección octava está de baja y le sustituyen varios jueces que se van rotando. Ahora, intentarán repetir la vista con el juez que estuvo presente en la declaración del equipo psicosocial, pero de no hacerlo antes de un mes, podría tener que repetirse toda la vista oral.