Un gijonés de 31 años ha resultado detenido esta semana después de sustraer varios productos en un establecimiento comercial del centro de Gijón. El responsable, que cuenta con antecedentes varios por delitos contra el patrimonio, entró y salió varias veces con la misma mochila que llenaba y vaciaba al salir para luego volver a entrar. También bajo sus ropas llevaba lo robado. Así hasta que fue sorprendido por el vigilante de seguridad y se le pudo dar caza.

El incidente ocurrió el pasado domingo, en un establecimiento abierto 24 horas, cuando agentes de la brigada de Seguridad Ciudadana observaron mientras patrullaban un altercado entre el vigilante de seguridad de un comercio y una persona que tenía retenida. Al interesarse por lo ocurrido, el vigilante les explica que ese hombre trató de salir con varios efectos de la tienda, pero sin pagarlos previamente. De hecho, comprobaron que efectivamente se había escondido un artículo entre sus ropas. Es más, los agentes se percataron que había una gran mochila tirada en la calle, que pertenecía al retenido, y que estaba repleta de artículos de diferente tipo, productos que el propio vigilante de seguridad confirmó que procedía de esa tienda en cuestión.

Los responsables del establecimiento confirmaron uno por uno que todos los artículos que había en la mochila habían salido de la tienda y sin abonar su importe. Los efectos sustraídos eran cepillos de dientes eléctricos y recambios para ellos, así como artículos de aseo y una amplia variedad de productos gourmet. En suma superaban los 800 euros, por lo que el hombre de 31 años acabó detenido como presunto autor de un delito de hurto.

Una mochila llena

Una mochila llena¿Cómo lo hizo? El vigilante manifestó que durante la tarde de ese día había visto a este individuo entrar y salir varias veces del local sin comprar nada, pero reconoció que no fue hasta última hora cuando detectó que llevaba algo escondido. Para entonces ya había llenado una mochila entera sin que nadie se diese cuenta. Una vez concluyeron todas las diligencias policiales, este gijonés multirreincidente fue puesto a disposición judicial.

Ese mismo fin de semana, el sábado pasado, el empleado de un supermercado de la calle Begoña también se percató de que varias clientas trataban de irse sin pagar varios productos. Eran tres mujeres a las que no dudó en perseguir, logrando recuperar los artículos robados y que la policía detuviese a las sospechosas.