La iglesia parroquial de San Antonio de Padua, conocida como la de los Capuchinos, se quedó ayer pequeño para rendir homenaje y tributar un último adiós al publicista gijonés José María Camacho Cortezón -conocido por todos como Chema el de la agencia Cares- que falleció el pasado viernes a los 65 años de edad tras no poder superar un paro cardiaco que sufrió semanas antes mientras disfrutaba de una jornada de caza en la provincia de León.

Chema Camacho gestionó durante varias décadas, gracias a sus conocimientos de marketing y publicidad, la agencia de publicidad Cares, una de las de mayor prestigio en toda la región, y que en su día había puesto en marcha su padre.

Su carácter amable, sonriente y el don de gentes del que hacía gala tanto dentro como fuera del trabajo le hicieron ganarse el cariño de decenas de personas y clientes como ayer quedo meridianamente claro durante el funeral oficiado en los Capuchino.

El publicista gijonés llevaba varios días en estado crítico después de sufrir un paro cardiaco mientras cazaba en la localidad leonesa de Puebla de Lillo, a mediados de octubre. Allí sintió una indisposición y fue necesaria la intervención de los equipos de emergencia. Fue preciso la utilización de un helicóptero para que los rescatadores pudiesen acceder hasta el lugar en el que se encontraba, de difícil acceso. De hecho, dos de los ocupantes del helicóptero tuvieron que descolgarse hasta el lugar para asistir a Chema Camacho, que fue evacuado en estado crítico.

El publicista gijonés no pudo recuperarse de la gravedad. Sus restos mortales fueron incinerados en el tanatorio de Gijón-Cabueñes este pasado domingo.