ALAS son sus siglas y unas alas de mariposa componen su logo. Pero quien ha dado de verdad alas a la Asociación Lúpicos Asturias ha sido Nélida Gómez Corzo, que dirigió el colectivo durante 17 años -tiene 21- y luchó por que los enfermos de lupus "no fuesen invisibles". Sus socios, unos 400 pacientes, quisieron ayer devolverle el favor concediéndole el "máximo reconocimiento" de la institución: el de presidenta de honor. El pabellón de Congresos del recinto ferial retumbó de aplausos para homenajear a una mujer, según describieron, "fuerte, que todas las mañanas enfunda su traje de guerrera y que no importa las veces que caiga porque siempre se levanta". Nélida Gómez abandonó precisamente este año la dirección de la asociación "por una causa de fuerza mayor". Junto a ella fue premiado también ayer el doctor Francisco J. Vizoso Piñeiro, jefe de la unidad de investigación del Hospital de Jove. A Valentín Vigil se le otorgó la distinción "socio de honor".

La presidenta actual de ALAS, Carmen Navarrete, insistió, durante la entrega de los XV y XVI Galardones Lúpicos de Asturias, que a Nélida Gómez se le concede "el más alto honor que podemos otorgar". Porque gracias, "no sólo a sus palabras sino a sus hechos, hoy la asociación es conocida en Asturias, en España y en todo el mundo". Los aplausos del público interrumpieron en este momento el discurso de Navarrete, que recordó que el lupus, una enfermedad autoinmune que consiste en que el propio sistema ataca a células y tejidos sanos por error, sigue siendo una patología "incomprensible" para la sociedad. "Como el aspecto de la persona es sano, la gente no se piensa que estamos enfermos", dijo. Pero la romería va por dentro. Daña muchas partes del cuerpo: articulaciones, piel, riñón, corazón, pulmones... Y ahí es donde entra el doctor Vizoso.

El director del comité científico de la Fundación para la Investigación con Células Madre Uterinas (FICEMU), además de recibir el galardón, ofreció una breve charla sobre su campo de investigación: la terapia con células madre. Vizoso espera aplicar este año el secretoma -sustancias que producen las células con efectos beneficiosos: regenerativos, antitumorales, antiinflamatorios, antibacterianos...- para el tratamiento de la enfermedad del ojo seco, que padecen el 20% de los enfermos de lupus. "Se han publicado resultados positivos de las células madre mesenquimales; el problema es que las células vivas tiene sus limitaciones y todavía no han sido aprobadas para uso clínico", explicó el jefe de la Unidad de Investigación de Jove.

Para hacer frente a esas limitaciones, su equipo propone una solución: utilizar lo que producen esas células, llamado secretoma. "Se obtendrían con un cepillado del cuello uterino, es decir no es una cirugía, y las haríamos crecer en depósitos dándoles un líquido. El cóctel de sustancias con propiedades beneficiosas que producen podríamos convertirlo en polvo", señaló. Vizoso fue presentado por el profesor de Fisiología del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad de Santiago de Compostela, Román Pérez Fernández.