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PILAR CERNUDA | Periodista y escritora, recogió ayer en Gijón un galardón a su trayectoria

"No sé qué será de este país; el nivel de la clase política actual me genera infinita tristeza"

"No creo que Pedro Sánchez vaya a solucionar el problema de Cataluña; el Presidente está gobernando con quienes quieren destruir España"

Pilar Cernuda, ayer, en el hotel NH de Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

La periodista Pilar García- Cernuda Lago, conocida en la profesión como Pilar Cernuda a secas, es gallega (Santiago de Compostela, 1948), pero por sus venas también corre sangre asturiana. Sus abuelos paternos vivían en Oviedo, aunque "se sentían de Luarca, donde tenían una casa". "Pasé muchas Navidades en Asturias, estoy llena de primos aquí y vengo mucho porque me gusta muchísimo", asegura la periodista en Gijón, donde ayer fue homenajeada por la Asociación Mujeres Siglo XXI. Es autora de más de veinte libros de política -"reportajazos", puntualiza ella- y este año se lanzó como escritora con su primera novela de ficción: "Volveré a buscarte", que relata la inmigración gallega.

- Le conceden el premio por su labor como "pionera del periodismo en una época en la que la profesión era de dominio masculino". ¿Alguna vez sintió discriminación por ser mujer?

-No, nunca, he tenido una suerte enorme. Primero, porque tuve un jefe, Manuel Leguineche, que jamás hizo diferencias entre hombres y mujeres. Y luego, en otros medios, tampoco porque ya se había avanzado suficientemente. Nunca he sentido eso, pero sí en cambio muchas compañeras.

- ¿Prefiere el periodismo de antes o el actual?

-Sin ninguna duda el anterior.

- ¿Por qué?

-La gente del periodismo anterior teníamos dos ventajas. La primera es que sabíamos de dónde veníamos en el sentido de que sabíamos lo que era trabajar con censura, con falta de libertades... Por tanto, sabíamos lo que significaba convertir este país en una democracia y, además, los periodistas tuvimos una participación activa. Segunda cosa importantísima: en aquella época los medios de comunicación estaban en manos, excepto los públicos, de familias de periodistas de toda la vida. Tenían, entonces, empeño en el rigor, en tener las mejores firmas, en la credibilidad, en contrastar las noticias... Y ahora, desgraciadamente, la mayoría de los medios de comunicación están en manos de las grandes empresarios y lo que miran es la cuenta de resultados. Y eso se nota muchísimo. Google es un invento fantástico pero está muy mal utilizado. Hay muchos periodistas de ahora que piensan que todo está en Google, pero es que hay que comprobar las cosas y hablar con la gente. Estoy rodeada de compañeros que no van a los sitios, porque siguen los actos en directo por internet. Pero es que si vas a una rueda de prensa verás gestos y, cuando termine, podrás hablar con quien la ha dado. Y luego están las redes sociales: otro inconmensurable invento de comunicación y pésimamente utilizado. Algunos colegas piensan que por estar en una red social, va a misa. Hay periodistas excepcionales pero hay otros que están desprestigiando la profesión.

- ¿No le cansa la actualidad política después de tantos años de análisis?

-Sí, pero tengo muchos recursos. Por ejemplo, hago todos los días una crónica de política internacional con seudónimo, que me entusiasma y me limpia mucho. Y luego leo muchísimo. Antes leía más política y ahora más novela, que me sanea la cabeza. Dicho esto, me gusta la política. No para ejercerla, pero sí para informar de ella. Lo que me aburre ahora está provocado por la profunda tristeza que me genera el nivel de clase política que veo.

- ¿Que es muy bajo?

-Como no reaccionen algunos dirigentes políticos, yo no sé qué será de este país. Es importantísimo que haya una clase política con cabeza y que piense en España y no en sus propias promociones y ambiciones políticas. Como soy de la generación de la Transición, he visto el sacrificio inconmensurable de políticos, desde la derecha hasta la izquierda, y cuando veo lo que veo ahora me produce una tristeza infinita además de preocupación.

- ¿Le atrae más la política internacional que la nacional?

-Ahora mismo sí, porque por lo menos hay algún dirigente que merece la pena. Pero, sobre todo, me gusta por la diversidad. El mundo está cambiando a velocidad de vértigo y no para bien. Brasil hace diez años era el país ejemplar del mundo, el que había conseguido salir, con un buen político, del subdesarrollo y ser la avanzada mundial; y ahora ha llegado un extremista... En Alemania se acaban de cargar a Merkel, que para mí es la dirigente europea de mayor entidad. La gente piensa que Macron es Dios, pues Macron es uno más de los guapitos de cara con pico de oro y con la cabeza regular que está en puestos de muchísima relevancia.

- Le pido que haga tres breves análisis de temas de actualidad: hipotecas, dimisión de Cospedal y conflicto catalán.

-Las hipotecas. Primero, la discrepancia que ha habido en el Supremo es inaudita y, evidentemente, desprestigia a la justicia española. Segundo, que no nos hagan comulgar con ruedas de molino. Es gravísimo que el señor Sánchez tome una decisión en contra del criterio del Tribunal Supremo y es gravísimo que tome una medida contra la banca, además diciendo que él piensa en los ciudadanos de a pie. Vamos, si de verdad lo piensa es que su título de doctor en Economía no sirve para nada. Porque al que asó la manteca se le ocurre que los banqueros repercutirán en los clientes el hecho de que tengan que pagar ellos los gastos notariales. Que no nos mienta el Presidente. Con respecto a Dolores de Cospedal, pienso que el PP tiene que hacer una profunda reflexión de lo que está pasando en su partido. Yo si fuera ella, me hubiera ido tras perder las primarias. El partido está con un equipo muy malo y lo digo abiertamente, también se lo he dicho al propio Pablo Casado. Creo que él es una persona muy válida, pero el problema es que hay personas en la dirección nacional que las impuso Cospedal y que creo que ni conocen el partido ni los militantes tienen mucho entusiasmo. Confío en Pablo, tiene que reinventarse.

- Su análisis sobre el conflicto de Cataluña.

-Desde luego no creo que lo vaya a solucionar Pedro Sánchez dándoles la manita todo el tiempo. Porque a éstos le das la manita y te cogen los pies; cosa que sí entendió Rajoy y, por eso, puso las limitaciones que puso. El problema es que tenemos un Presidente del Gobierno que está gobernando con las personas que quieren destruir este país. Yo sé que éste es un mensaje que lanza el Partido Popular pero, antes que ellos, yo lo había dicho y lo había escrito. Es muy evidente. Hay un puñado de periodistas que hemos visto de todo y sabemos que la firmeza es lo único que sirve ante situaciones difíciles.

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