"O convenio o conflicto". Ese será el mensaje que trasladará hoy el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Adrián Arias, al ministro de Fomento, el socialista José Luis Ábalos, en la reunión que mantendrá en la Casa Consistorial junto a la Alcaldesa Carmen Moriyón, y el teniente de alcalde, Fernando Couto. Tras "innumerables gestiones", el representante vecinal estará presente como portavoz de la Plataforma en Defensa del Plan de Vías.

"Es un empoderamiento de la sociedad civil, un gran triunfo que pone en valor el trabajo de la plataforma y el movimiento vecinal durante estas semanas", enfatizó ayer Arias. "Esperamos salir de la reunión con una buena noticia porque el plan de vías ya no puede esperar más", continuó diciendo antes de lanzar el órdago final: "Todo lo que no sea salir de la reunión con la firma del convenio asegurada aboca a un escenario de movilización social". Y para Arias, no vale una simple promesa. "Yo me creo las cosas cuando las vea, necesito un compromiso real, más allá de las palabras", explicitó. Todo ello con tal de certificar, de forma fehaciente, "que el plan de vías de Gijón sigue adelante, sin más retrasos, ni parones, ni abandonos".

El Ministro se encontrará a su llegada al Ayuntamiento con una manifestación y un cartel en el balcón con el lema "Gijón se mueve para no perder el tren". El mismo cartel que ayer exhibieron los 27 concejales para mostrar la unidad de la Corporación. El problema llegó al final del Pleno a partir de una moción de urgencia presentada por Foro fuera de plazo para que el portavoz socialista, José María Pérez, informara de una reunión en Fomento de dirigentes socialistas locales.

El secretario general apostó por "flexibilizar" la aplicación del reglamento pero Pérez, que aseguró no tener inconveniente en hablar -y así lo había hecho ya en rueda de prensa avalando el compromiso del Ministro con el plan de vías gijonés- exigió que se explicara un procedimiento que abre la puerta a exigir comparecencias de cualquier edil de gobierno u oposición fuera de los plazos del reglamento. Vista la bronca, Carmen Moriyón, que se dijo disgustada por la reunión de los socialistas, optó por retirar la moción. "Nos jugamos una inversión de 800 millones, no quiero líos. Pedimos disculpas y retiramos la petición", cerró.

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