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MIGUEL BERMEJO ÁLVAREZ | Jefe del servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital de Cabueñes y coordinador del área quirúrgica

"Los pacientes despiertan ahora de una operación mucho mejor que hace 15 años"

"Los servicios de Traumatología, Cirugía General y Urología necesitan operar más en Cabueñes, pero no tenemos quirófanos disponibles"

Miguel Bermejo Álvarez, en el Hospital de Cabueñes. ÁNGEL GONZÁLEZ

El abulense Miguel Bermejo Álvarez es desde hace más de una década coordinador del área quirúrgica del Hospital de Cabueñes y jefe del servicio de Anestesiología. Eso implica responsabilidad sobre un área vital del hospital y uno de los más necesitados de la obra de ampliación. El equipo de anestesia de Cabueñes, con 27 profesionales y 4 residentes, participó el pasado año en unas 8.400 intervenciones (no se incluyen las cirugías menores) y en casi 1.150 de los cerca de 1.500 partos que se suceden en Cabueñes, dado que unos 870 son con anestesia epidural y 280 son cesáreas. Además, aportan las sedaciones que se requieren para procedimientos diagnósticos, como por ejemplo colonoscopias. Las estrecheces que vive el área quirúrgica gijonesa han supuesto que sea de las prioridades a abordar en la primera fase de las obras de Cabueñes. El diseño del futuro Cabueñes es "satisfactorio", según Miguel Bermejo, para las necesidades de su especialidad.

-¿ Cómo es la situación de Cabueñes en el área quirúrgica?

-De una insuficiencia de quirófanos grande. Sólo tenemos 14 -en funcionamiento están 13- y además fueron diseñados hace varias décadas, lo que supone carencias para la incorporación de las tecnologías de la información que hoy son imprescindibles en el quirófano. Se añade que están distribuidos en cuatro plantas distintas, con lo que supone de cierta ineficiencia. Hoy se tiende a que esos bloques estén muy agrupados, en una o dos plantas como mucho. Ese aumento, mejor dotación y mejor ubicación es la que conseguiremos con la ampliación, ya que todo el bloque irá a una planta y tendremos 20 quirófanos disponibles.

- La atención posquirúrgica también se va a impulsar.

-Sí. Ahora también hay gran escasez de camas de postoperatorio. Hoy en día al paciente operado no se le pasa a planta de inmediato. Hay que llevarle a una zona de mayor control y esa puede ser la unidad de recuperación posanestésica o la unidad de críticos postoperatorios para pacientes que necesitan estar más de un día. Ahora sólo tenemos 20 camas y eso supone un cuello de botella claro. En el nuevo hospital casi se duplicarán esas camas: creo que son 38.

- ¿Por qué son tan necesarias esas camas por el tipo de pacientes más mayores que se atienden o porque la cirugía es más compleja?

-Todo influye, pero es cierto que pesa mucho el hecho de que operamos a pacientes que hace años no se intervenían, por ejemplo, de edades extremas. Antes a un paciente por encima de 80 años no entraba a quirófano y ahora es un porcentaje muy alto de lo que hacemos en Cabueñes. Las medidas que hay que tomar para monitorizar y controlar a un paciente de 80 años no tienen nada que ver con las que se toman si es más joven.

- Se dijo que el futuro era la cirugía sin ingreso. ¿Cuánta hacen?

-Ahora en Cabueñes el 38-40% de los pacientes que se operan son procesos ambulatorios, es decir sin ingreso.

- ¿Se podrá crecer más del 40%?

-Cabueñes abrió la unidad pionera de la región de cirugía mayor ambulatoria, que se creó en 1990. Y siempre hemos tenido cifras buenas de esta cirugía sin ingreso. Pero superar el 40% es complicado. Creemos que es una cifra muy aceptable para el tipo de sanidad que tenemos en España. Se ha avanzado mucho hacia procedimientos cada vez menos invasivos y eso, a la vez, implica poder llegar a pacientes ancianos, de edades extremas, con enfermedades asociadas graves que antes parecían incompatibles con una operación.

- ¿Puede ser que Cabueñes no tenga pocos quirófanos sino que haya un rendimiento poco adecuado en los que tiene?

-En Cabueñes los rendimientos quirúrgicos son del 70-80%, que contando con los tiempos de limpieza son datos altos. Claramente la dotación de quirófanos es escasa para una población como la de Gijón y para un hospital que ha incorporado en estos 20 últimos años servicios como cirugía vascular o maxilofacial y ha ido sumando más procedimientos que antes no se hacían. Hay servicios que antes tenían tres quirófanos a la semana y ahora tienen siete-ocho? Lo que hace 30 años era suficiente hoy en día no lo es.

- ¿Algún servicio está especialmente necesitado de más tiempo para operar?

-Los servicios de Traumatología, Cirugía General y Urología son los que están necesitados de darles más quirófanos, pero el problema es que no hay más.

- Un área quirúrgica tiene que funcionar, más que ninguno, como un reloj. ¿No?

-Eso intentamos. Nuestra forma de trabajo implica tener cada día 11 quirófanos programados con operaciones y dos reservados para urgencias. Uno es para urgencias ginecológicas y otro para lo que aparezca, que es mucho porque hay muchas urgencias.

- Antes la anestesia se veía casi como el gran riesgo de cualquier operación. Y eso ha cambiado mucho. ¿Por qué?

-Hubo un tiempo en que operarse implicaba un riesgo de muerte real. Ya no, y si algo ha posibilitado esa evolución es la anestesia, que ha cambiado totalmente. Tenemos fármacos mucho más seguros, con muchos menos efectos secundarios, y sistemas de monitorización del paciente -desde el punto de vista cardiológico o neurológico, por ejemplo- que nos permiten saber exhaustivamente y controlar cómo está el paciente en cada momento. Aunque nunca estamos libres del riesgo. El riesgo de mortalidad de la anestesia es de menos de un caso por 20.000.

- Cada vez se oye menos eso de "tengo mucho miedo de operarme porque a mí me sienta muy mal la anestesia?".

-Era una frase realista porque antes los fármacos tenían muchos efectos secundarios. Podían provocar hipotensión, náuseas, taquicardia, vómitos, retención urinaria? Todavía pueden ser posibles esos efectos, pero es mucho menos frecuente. Así que el despertar de un paciente de un postoperatorio es ahora mucho mejor que hace 15 o 20 años. Casi diríamos que no tiene nada que ver.

- ¿Qué implica la anestesia?

-La anestesia no es un solo fármaco. En cada intervención se ponen 15 o 20 medicamentos, cada uno con una función que puede ser más o menos necesaria. El anestesista se encarga de realizar esa mezcla de fármacos a cada paciente de forma acorde a su proceso y en condiciones de seguridad.

- ¿Se opera cada vez menos con anestesia general?

-Se sigue usando para determinados procedimientos que no se pueden hacer de otra forma. Pero es verdad que cada vez se utilizan mucho más la que llamamos balanceada, o combinada, en la que se usan distintas técnicas en un mismo paciente. Puede usarse anestesia general y regional en el mismo paciente, o epidural y general. Uno para producir la inconsciencia y la otra para mejorar el posoperatorio y que el paciente no tenga dolor.

- ¿Cómo anestesista, qué enfermedad asociada le preocupa más cuando tiene que controlar a un paciente que se va a operar?

-Lo que más puede afectar es que haya un deterioro cardiológico o respiratorio. Son los dos mayores problemas que podemos tener. Porque un paciente con una reserva cardíaca baja tiene altas posibilidades de un fallo cardiaco en el postoperatorio, y si tiene una enfermedad respiratoria va a costar luego desconectarle de la ventilación mecánica.

- ¿Al día en Cabueñes cuántas operaciones se hacen?

-Entre 40 y 50.

- ¿Las deficiencias de Cabueñes en el área quirúrgica están perjudicando tanto como para que no se pueda incorporar la tecnología moderna?

-No es eso; lo que nos ha ocurrido es que un quirófano de hace 30 años es pequeño para las necesidades de hoy en día, y además los hemos tenido que llenar de cables para las nuevas herramientas y equipos quirúrgicos.

- ¿La operación que más se realiza en Cabueñes?

-Cataratas, prótesis de cadera y rodilla, cirugía de próstata, cáncer de colon, histerectomías?

- ¿La cirugía que más le guste atender?

-No tengo preferencias.

- Más quirófanos implicarán más plantilla ¿no?

-Parece evidente, pero será algo que hay que hablar más adelante, con la remodelación avanzada.

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