Equo reclama controles de los niveles de contaminación y ruido en centros escolares de Gijón

Desde este partido ecologista se sostiene que existen varios estudios "que están mostrando que la población infantil y juvenil es especialmente vulnerable a los diferentes tipos de contaminación, pudiendo afectar al desarrollo y capacidad cognitivo de los menores; aumentan las enfermedades de tipo respiratorio, la irritabilidad y estrés, y en general influyen negativamente sobre su salud, además de afectar a su capacidad de concentración y rendimiento escolar".

Equo señala que gran parte de los centros educativos se encuentran ubicados en zonas muy afectadas por la exposición a la contaminación atmosférica y ruidos dado que en su día su ubicación "se decidió dentro de un planeamiento urbanístico que no ha tenido en cuenta las necesidades y características especiales de los niños y los jóvenes, ubicándose en zonas urbanas, muy afectadas por el tráfico rodado con sus emisiones y ruidos, obras y otros ruidos ambientales, así como próximos a instalaciones emisoras de partículas potencialmente contaminantes, además de la ausencia de espacios verdes a su alrededor".

Por eso reclaman realizar estudios y mediciones especificas en las zonas escolares "para conocer la situación actual y elaborar un plan ambiental específico para los centros educativos que actúe sobre la calidad del aire, la reducción de ruidos y una mejora general ambiental del entorno escolar". Equo sostiene que los niños potencialmente afectados en Gijón por la contaminación atmosférica y por niveles elevados de ruido ambiental son 17.000 de educación infantil y primaria, unos 11.000 jóvenes estudiantes de educación secundaria y bachillerato y los 800 niños de las escuelas municipales de 0 a 3 años, además de los que acuden a escuelas o guarderías privadas.

Como ejemplo ponen la situación de los colegios de la zona oeste de Gijón, en los barrios de La Calzada, Jove, Tremañes, Montenana y Natahoyo, "muy afectados por las partículas procedentes de las industrias de la zona", así como otros colegios afectados por la contaminación derivada del tráfico, como los ubicados cerca de la avenida de La Constitución y de la calle Carlos Marx.

Equo señala que los niveles de ruidos no deberían ser superiores a los 60 decibelios, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 40, y a partir de los 50 se empiezan a notar efectos en las capacidades cognitivas de los niños. En cuanto a las partículas contaminantes la OMS recomienda unos valores límite para partículas de 20 microgramos por metro cúbico de aire de medía anual para las PM 10 y un valor de alerta con una media diaria de 50 microgramos por metro cúbico de aire, niveles que "son superados de manera reiterada a lo largo del año y especialmente como estos pasados días cuando las condiciones atmosféricas no ayudan a su dispersión".