Estamos en el año 1968 y Paco Ibáñez ya había grabado dos discos, el primero con poemas de Federico García Lorca y Luis de Góngora, y el segundo, "Los unos por los otros", con canciones como "Andaluces de Jaén" o "La poesía es un arma cargada de futuro". LA NUEVA ESPAÑA le dedicaba ese día una plana entera con dos fotos, "una guitarra y una voz ronca que trata de que los españoles sean sensibles a la poesía y lo hace con sus pelos largos y su cara amarga...".