En riguroso directo y desde una improvisada concina instalada en el salón de actos, una treintena de usuarios del centro en Castiello de la Asociación de Ayuda a las Personas con Parálisis Cerebral (Aspace) degustaron ayer tres de los bocados participantes en el Campeonato de pinchos de Gijón. Los chefs Mariano Mier, Luis Menéndez y Noelia de Prado (responsables de los restaurantes El Quinto, A Catar Gastronomía y La Cuadra de Antón, respectivamente), además, aprovecharon su visita para ayudar a completar el menú del día del centro, añadiendo a la ya preparada tortilla de patata varios tipos de salsas y una crema de calabaza ecológica.

Para agilizar la explicación, los tres expertos trajeron preparados de sus cocinas buena parte de la receta y, mientras emplataban, dieron los detalles más técnicos de sus platos. Esto que permitió que De Prado, por ejemplo, pudiese dar a probar su torto de castaña con carrillera de ternera, seta encurtida y crema de avellana en cuestión de minutos. En realidad, lo importante de la jornada de ayer era ilusionar a los usuarios del centro. "La cocina una parte muy importante de nuestro programa porque motiva muchísimo a pequeños y mayores. Les resulta mucho más interesante participar en cosas que ven que son útiles y que su trabajo da resultados. Siempre que podemos hacemos talleres de cocina porque la implicación es brutal. Les encanta poder prepararse algo y comérselo por su cuenta", explica Rafael Álvarez, director del Centro de Apoyo a la Integración (CAI) de Aspace.

Una de las más interesadas en la jornada de ayer fue Belén García, una de las personas con parálisis cerebral que acuden con asiduidad al centro y, también, una de las más veteranas: lleva alrededor de medio siglo con Aspace. Según explica, tanto ella como sus compañeros han elaborado ya en jornadas anteriores tartas de manzana, sidra dulce y batidos. Su especialidad gastronómica favorita, eso sí, es la repostería, sobre todo desde que el que centro instalase, hace ya unos años, unos pulsadores adaptados para encender y apagar electrodomésticos. "Belén solo puede mover la cabeza, por lo que hasta hace bien poco activar una batidora le era completamente imposible. Gracias a los pulsadores, ahora aquellos con menos posibilidad de movimiento pueden golpear con la cabeza el interruptor y encender cualquier aparato. También utilizan ordenadores", explica Álvarez. "Ella lleva con nosotros 50 años y lo cierto es que sabe un montonazo sobre cocina, le encanta. Con herramientas adaptadas tanto ella como sus compañeros pueden hacer muchas más cosas que estar sentados viendo la televisión o jugar con figuritas de barro. Son capaces de mucho más", añade.