El Hospital de Cabueñes se ha propuesto diagnosticar parte de los casos de cardiopatías congénitas en el primer trimestre del embarazo, fecha en la que se suele programar la primera ecografía a la madre. Así lo explicó ayer el doctor Javier Arenas, jefe de Obstetricia del centro gijonés, en las Jornadas Nacionales sobre Cardiopatías Congénitas en el Principado de Asturias de la asociación Apaci. "En este sentido no deberíamos tener nada que envidiar a los grandes hospitales de referencia de Madrid y Barcelona. Contamos con profesionales perfectamente formados", aseguró.

El diagnóstico prenatal de este tipo de dolencias es primordial, según el experto, desde un punto de vista estrictamente médico -permite programar el parto de la madre y planear su posible traslado a otro hospital más preparado en caso de precisar cirugía-, pero también beneficia a los propios padres. "La familia debe mentalizarse con tiempo y, en caso de tener que viajar a Madrid para operarse, pueden planear su viaje, pedir una excedencia laboral y buscar los recursos que necesiten", apuntó Arenas. "En Gijón no tenemos un servicio concreto para operar este tipo de cardiopatías pero, por suerte, mantenemos una excelente relación con hospitales de referencia como el de La Paz, en Madrid, al que derivamos buena parte de los casos", explicó el doctor.

El diagnóstico prenatal precoz de cardiopatías congénitas sigue siendo, no obstante, muy inferior al deseado. "El 90 % de los afectados no pertenecen a familias con factores de riesgo y a veces se nos escapan. El corazón de un feto de 13 semanas tiene el tamaño de una moneda de un céntimo; sigue siendo muy difícil detectar fallos, pero creo que en Cabueñes podemos hacerlo porque tenemos máquinas muy avanzadas, igual que las del resto del país. Con ellas en la primera ecografía ya se pueden ver algunas malformaciones y esto, antes, era imposible", agregó.