Los implicados en el caso de la docente del colegio San Miguel denunciada por un delito de abuso sexual, sobreseído provisionalmente por falta de pruebas, recibieron ayer el auto judicial que justifica dicha decisión. En él, la magistrada Belén García explica que uno de los principales motivos para desestimarlo fue que el joven, pese a que en sede judicial aseguró haber estado tumbado en la misma cama que la denunciada y haber sufrido "tocamientos" por su parte, lo negó después tanto al psicólogo encargado de redactar el informe pericial como en el propio escrito de la denuncia pese a "haberle insistido en la cuestión". La "pobreza del relato", por tanto, no puede avalar la veracidad del testimonio del denunciante, según la jueza.

La decisión de García viene a suponer un término intermedio entre el relato del joven y el informe del psicólogo pericial, que inicidió en las constantes contradicciones del testimonio del alumno de 15 años. La magistrada, por jemplo, sí que hace referencia a un posible trato "inadecuado" y "afectivo" por parte de la denunciada de 34 años hacia el menor, y mientras que el informe pericial cuestionaba que el joven hubiese estado en la casa de la maestra, la magistrada encuentra también dudas en este sentido por la presencia de un espejo y una rejilla en el domicilio de la mujer que, pese a no figurar en ninguna fotografía subida en redes sociales, el joven identifica y describe de forma correcta. Falla, no obstante, en la descripción del garaje y la bañera, lo que hizo que el psicólogo no diese validez a su relato. No obstante, las contradicciones del testimonio del denunciante y la ausencia de más testigos directos -el auto recoge que el resto de testimonios son "de oídas"- han hecho que García optase finalmente por sobreseer el polémico caso.