Ananí Jaín llevaba viviendo 50 años en el mismo edificio, pero cuando fue diagnosticada de esclerosis múltiple tuvo que dejarlo todo atrás. "La silla de ruedas era demasiado grande para el ascensor de la casa, así que tenía que depender de que alguien me ayudara a montar y desmontar las palas de la silla para poder entrar y salir", relataba ayer la mujer en Gijón. Por eso decidió "vender la casa e irme de alquiler a otra con el ascensor mayor, para poder seguir manteniendo una vida autónoma". Es consciente de que "fui afortunada, porque no todo el mundo puede cambiar de casa".

Es más: solo el uno por ciento de las viviendas en España son plenamente accesibles para las personas con discapacidad, y seis de cada diez no permiten el acceso de la calle al portal. La asociación Cocemfe acaba de poner en marcha una campaña para dar visibilidad a las personas que no pueden desarrollar una vida autónoma por esta causa bajo el lema "Arrestópolis", porque "muchas personas permanecen "arrestados" sin poder salir de sus casas sin haber cometido ningún delito", denunció ayer Mónica Oviedo.

La entidad salió ayer a la calle en Gijón para dar a conocer sus problemas a los viandantes, y para reclamar entre otras cosas que "se modifique la ley de la Propiedad Horizontal, que es la más perjudicial para nosotros". Porque según dicha ley, un discapacitado puede solicitar a su comunidad de vecinos la ejecución de obras de accesibilidad. Pero si esos trabajos superan un máximo de 12 cuotas de comunidad, las obras no son obligatorias y "dependemos de la bondad de nuestros vecinos para que es ejecuten", lamenta el colectivo. Además, es una cuota que se supera fácilmente "en el caso de los edificios antiguos, que son precisamente los que más deficiencias presentan".

"Conocemos a muchas personas que viven conflictos con los vecinos por este motivo, y eso sin sumar que muchas rampas son demasiado empinadas, o directamente tienen antes un escalón", alerta Segisfredo Lena, secretario de Cocemfe Asturias. Por eso, llaman a que "todo el mundo sea sensible para que podamos tener una vida autónoma como el resto de la gente".