La Coordinadora Ecoloxista de Asturies denunció esta mañana que, a las 18 horas de ayer, "la contaminación en Gijón se disparó un 2.300%", de acuerdo a los datos oficiales que facilitan tanto el Gobierno del Principado como el Ayuntamiento de Gijón.

Así, los ecologistas detallan que, "para las partículas más pequeñas y peligrosas, las de menos de 2,5 micras", se alcanzó en la estación de medición de Roces, a las 18 horas, un pico que alcanzó los 196 microgramos por metro cúbico. Una medida que hace que la media de las últimas 24 horas "incluso lloviendo", se sitúe en 28 µg/ m3.

Además, denuncian que a la misma hora, en la misma estación de medida, se alcanzó un pico de las Pm10 de 247 µg/ m3, "lo que la idea del escape que se tuvo que producir en alguna empresa del entorno visto la enorme subida de la contaminación".

La Organización Mundial de la Salud recomienda unos valores límite para partículas de 10 µg/m3 de medía anual para las Pm 2,5 y un valor de alerta con una media diaria de 25 µg/m3 para las Pm 2,5.

En El Lauredal la situación no mejora ya que, a pesar de la lluvia, la calidad del aire "sigue siendo muy mala", con una media de las últimas 24 horas de 80 µg/m3 de Pm10 y con picos de hsata 217 µg/m3 a las 7 horas. Desde la plataforma recuerdan que, aunque las mediciones de esta estación no computan en el protocolo de contaminación, en lo que va de año se han superado ya 61 días el valor de referencia diario.

La Organización Mundial de la Salud recomienda unos valores límite para partículas de 20 µg/m3 de medía anual para las Pm10 y un valor de alerta con una media diaria de 50 µg/m3 para las Pm10.

Desde la Coordinadora alertan de que, también a las 18 horas, se produjo un pico importante "en la única estación que mide el cancerígeno benceno".

"La exposición crónica a las partículas aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de cáncer de pulmón", aseguran los ecologistas, que recuerdan que "la mortalidad en ciudades con niveles elevados de contaminación supera la registrada en ciudades más limpias del 15-20%".

Así, explican que "el tamaño de las partículas está directamente relacionado con su potencial para causar problemas de salud. Lo preocupante son las partículas más pequeñas, porque son las partículas que pasan a través de la garganta y la nariz y entran en los pulmones, pudiendo incluso entrar en el torrente sanguíneo. Una vez inhaladas, estas partículas pueden afectar el corazón y los pulmones y causar efectos graves para la salud".