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Un trofeo dorado para el Acuario

Las instalaciones de Poniente adoptan a "Pesesín", el pez gijonés que cuidaron, por turnos, los vecinos de su dueña

Así es la nueva vida de "Pesesín" en el Acuario de Gijón

Así es la nueva vida de "Pesesín" en el Acuario de Gijón

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Así es la nueva vida de "Pesesín" en el Acuario de Gijón S. F. L.

El carpín dorado "Pesesín" se hizo viral el pasado verano cuando su dueña, la gijonesa Yurena Sabino, lo dejó unos días en el portal de su comunidad a cargo de sus vecinos mientras ella asistía a un viaje escolar. La semana pasada, el pez se ha vuelto a mudar, esta vez, al Acuario de Gijón. "Quiero compartir a 'Pesesín' con el resto de la ciudad. Así todos podrán ir a verle", explica la dueña.

La mascota será la primera carpa que nade en las aguas del acuario gijonés y, probablemente, también la última. "Este es un caso muy especial; nunca aceptamos donaciones privadas ni especies domésticas que no tengan un interés científico. Nos llaman muchos usuarios para ofrecernos a sus mascotas y siempre lo rechazamos, pero a 'Pesesín' ya lo conoce todo Gijón", resume Alejandro Beneit, director del Acuario, que explica que todavía no tienen clara cuál será la ubicación exacta del pez: "Las carpas son de agua dulce y la mayoría de nuestros acuarios son de agua salada. También tenemos que estudiar quiénes van a ser sus compañeros de pecera; no queremos que se lo coma nadie. Pero, de momento, 'Pesesín' está en cuarentena para descartar que tenga alguna infección, aunque no parece que tenga nada porque se le ve muy ágil y nada estresado".

Su anterior dueña, que ahora estudia Derecho en la Universidad, se encargó de "Pesesín" durante sus primeros tres años de vida. "No quiero que la gente piense que ya no puedo hacerme cargo de él. Lo que pasa es que todo el mundo me pregunta cómo está y creo que el Acuario de Gijón es un buen sitio para que todos puedan ir a verle cuando quiera, yo incluida", apunta. "Durante unos días, el pez fue de toda una comunidad de vecinos y, ahora, será de toda la comunidad de Gijón", completa su padre, Faustino Sabino. "Espero que este gesto sirva para recordar que en Navidad se regalan y se abandonan muchas mascotas. Debemos ser conscientes de la responsabilidad que supone tener un animal. No todos tienen tanta suerte como este pez", recuerda Beneit.

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