-Los dos puertos asturianos encaran problemas medioambientales, El Musel por los graneles sólidos y el de Avilés por el dragado de la ría. ¿Solución?
-El compromiso medioambiental del sistema portuario está plenamente integrado en su gestión diaria, como no podía ser de otra manera. En el caso de Avilés, confiamos en una solución favorable y equilibrada tras el procedimiento de discrepancia planteado por la Autoridad Portuaria. La problemática está más centrada en la gestión del material dragado, que es una actividad que el puerto lleva haciendo décadas, y ante la cual siempre ha mostrado una extraordinaria sensibilidad. Se sigue trabajando en proyectos de mejora en el tratamiento de los productos procedentes del dragado, porque es un elemento crítico para el mantenimiento de la actividad del puerto. En el caso de El Musel, especialmente por el movimiento de carbón, me consta que la Autoridad Portuaria ha puesto en marcha diversas medidas al respecto y está estudiando otras nuevas tanto preventivas (instalación de métodos de control y alertas tempranas) como paliativas para minimizar el impacto de la manipulación de este tipo de productos. Seguimos invirtiendo en esta línea. En el Plan de Inversiones hay presupuestada una cantidad de 1,6 millones de euros en pavimentaciones y elementos medioambientales, solo en 2019. Estamos abiertos a colaborar en este campo en todo aquello que nos sea posible y que esté en nuestro ámbito de competencias.
