Las obras para renovar y mejorar la imagen y actividad del Acuario de Gijón -la empresa Rain Forest invertirá casi tres millones de euros en los próximos quince años tras ganar el concurso público para su explotación- han comenzado ya para convertir este espacio -cuenta con unos 4.000 ejemplares de hasta 350 especies diferentes- en un referente en el ámbito nacional. Su director, Alejandro Beneit Sierra (Cádiz, 1981) trabaja ya en lograr los objetivos que se han marcado, como dinamizar la zona de Poniente, mejorar las condiciones de vida de algunas especies e incrementar el número de visitantes en cien mil personas al año. Además, ya están en trámites para ingresar en la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA) y en la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (AEZA), en la que "Gijón no estaba".
- ¿Qué se encontró al llegar?
-La llegada fue de agosto, en plena temporada. Nos encontramos con un edificio que no llega a los estándares de calidad que quiere la empresa, con lo cual debemos hacer una serie de intervenciones, que ya hemos empezado, para tener unas instalaciones acordes al Acuario y al edificio. Ha habido un mal mantenimiento estos últimos años.
- ¿Por ejemplo?
-Hay goteras y zonas mal mantenidas como la moqueta, por ejemplo, que debemos cambiar entera. También obras mucho más grandes como la cubierta y otras cosas. La parte más mínima para que esto vaya bien ya la hemos empezado a hacer, después vendrán las que el público verá.
- ¿Y en lo relativo a los huéspedes del Acuario?
-Lo que hay es muy bueno. La calidad es excelente. No obstante, hay dos instalaciones que son muy deficientes, en concreto, la de las nutrias y los pingüinos. Son dos instalaciones que nunca deberían haber existido. Pero eso va a cambiar a partir de ahora. El recinto de nutrias (actualmente hay solo un ejemplar en el recinto) se multiplicará por siete el espacio, vendrá un grupo de nutrias y disfrutaremos de verdad de un río Cantábrico. También con la vegetación de ese entorno. Cambiaremos toda la zona.
- ¿Y los pingüinos?
-El pingüinario estará en la dársena y será exterior. Contamos con tener en torno a 100 pingüinos (ahora sólo hay tres). En el mundo no habrá una instalación como la que haremos aquí en Gijón. En nuestra experiencia como empresa en Málaga y Valencia tenemos instalaciones muy novedosas. La gente va a tener la sensación de que estará conviviendo con ellos.
- ¿Por qué dice que esas instalaciones no deberían haber existido?
-Porque no tienen el espacio mínimo para mirar por el bienestar de los animales. Igual hace 15 años sí cumplían con la legalidad, pero como en todo se va avanzado mucho. Tener animales en cautividad supone adquirir un compromiso con su bienestar. De hecho, estamos buscando sitio a los pingüinos para que salgan fuera, hasta completar el pingüinario de verdad.
- ¿Qué opina de las voces contrarias a que existan animales en cautividad?
-La mayoría de la gente no conoce el trabajo que hay detrás de estos centros. Nos preocupamos de su bienestar, pero además trabajamos con universidades e investigamos. Estos centros sirven para la conservación de especies y son muy necesarios. Hay animales en riesgo de extinción en sus hábitats naturales y trabajamos para mantenerlos y ha habido mucha experiencia de reintroducción de animales a la naturaleza. Ahora hay animales sin espacio. Muchos te dicen, 'el gorila tiene que estar en su sitio', sí, sí ojalá, pero el problema es que están quedándose sin sitio para estar. Y como con el gorila ocurre con los peces por la pesca y los plásticos. No cuidamos nada los mares y este tipo de instituciones sirven para mantener, conservar y conocer mucho mejor las especies.
- ¿Es importante mostrar esas realidades?
-Nosotros partimos de que solo amas lo que conoces y solo conoces lo que te han enseñado. Es la piedra angular sobre la que crece nuestro proyecto. Uno no va a amar igual a los tiburones, por ejemplo, si los ve o no los ve. Nuestros parques tienen la emoción que te da al ver a un grupo de gorilas, lo sientes. Esa emoción no se ve en televisión y no todo el mundo podemos ir a África. Damos a conocer especies para que la gente las conozca. Si al salir del Acuario la gente se preocupa más por los mares, habremos hecho algo bien y cumpliremos el objetivo. Es la forma de conservar. Nuestra misión es conseguir emocionar a los visitantes para que quieran cuidar las maravillas que hay debajo del mar. Si no lo conoces no te importará.
- ¿Qué quieren lograr en el Acuario de Gijón durante estos próximos 15 años?
-La intervención inicial es con vistas a cinco años. Hay calidad y falta comunicación. Esto debe ser una referencia en el norte de España, y también de todo el país. Los de Málaga y Fuengirola están considerados de los mejores de Europa. El de Gijón debe estar a esa altura. Hará falta un lavado de cara, llenarlo de contenido y saber comunicarlo.
