Aunque no se sepa gran cosa del coruñés Emilio Rodríguez, lo que sí se sabe es que en 1942 visitó Asturias y que recorrió la ciudad de Gijón con su novia Angelines. Del varón, una de las víctimas españolas del nazismo, solo se conservan una veintena de fotografías y documentos básicos pero, ahora, el Servicio Internacional de Búsqueda (ITS) de Alemania se ha propuesto descubrir la historia de Emilio y de los sesenta españoles que acabaron en sus campos de concentración sin que ningún familiar, de momento, haya reclamado sus pertenencias. "Esperamos que al compartir la historia de Emilio por el Norte del país haga que algún vecino pueda reconocer cualquier cosa que nos sirva de pista", explica el historiador gijonés Antonio Muñoz e investigador del exilio republicano.
Muñoz está en Alemania para investigar en sus archivos y acabó colaborando con el ITS "de casualidad". "Fui a uno de los archivos más grandes que hay aquí y me contaron que estaban buscando a las familias de los españoles que acabaron en campos de concentración alemanes. Mirando las pertenencias de Emilio, vi que en algunas de sus fotografías salía el campo San Francisco de Oviedo. Hay otra que tiene el sello de una tienda de fotografía de Gijón, así que suponemos que se sacó allí. Por eso es interesante que estas fotos se difundan, para ver si alguien reconoce algo o conoce a las personas que salen en ellas", explica. "Lo que sí quiero dejar claro es que yo no pertenezco al ITS, la labor de encontrar a los españoles es suya y no mía, pero sí que estoy dispuesto a colaborar en lo que pueda. Están teniendo muchos problemas porque España no tiene demasiado interés en este tipo de casos. Y es raro, porque miles de españoles acabaron en campos de concentración y trabajaron para los nazis en Francia. Somos de los pocos países europeos que no muestra interés en recuperar su propia historia", añade.
Gracias a la información que figura en los 27 documentos que el ITS tiene de Rodríguez -documentos de identidad y fotografías-, se sabe que el varón nació en La Coruña en 1913, que tenía una relación especial con una muchacha llamada Angelines, que se define como "esta asturianina que te quiere" en la dedicatoria de una de las fotos del varón. "También podemos suponer que luchó contra Franco, porque hay un documento en el que figura como prisionero en el campo de concentración de republicanos Porta Coeli de Valencia. Sabemos que fue mecánico y podemos suponer que su familia era de clase media, porque sale muy bien vestida en las fotografías y en esos años había mucha hambre. Tiene una foto en la playa de Arnao de Castrillón y entre el 41 y el 42 estuvo en Gijón, suponemos, con Angelines", resume el historiador. "Eso sí, lo de Emilio fue un caso atípico porque no fue deportado al campo alemán, sino que viajó a Alemania en el 42, suponemos que en verano, para trabajar. Una vez allí, alguien le debió denunciar y por eso lo internaron. Alguien se enteraría de sus pasado republicanos, podríamos intuir" añade. Primero fue enviado al campo de Buchenwald y luego lo trasladaron al de Dachau. "Un experto del ITS me dijo que puede que su experiencia como mecánico hizo que lo metiesen en el otro para trabajar", añade. No se sabe mucho más. En la colección digital del ITS, poniendo la palabra "Emilio", se pueden descargar el resto de documentos y fotografías.
Aunque entre estos 60 españoles no figura ningún asturiano, lo cierto es que la región desconoce bastante su propia historia. "El problema es que en Asturias no tenemos ni un censo de exiliados, que es algo básico y que tienen muchas comunidades españolas. Para mí es muy significativo la forma con la que el gobierno socialista de Asturias trata el tema del reconocimiento a las víctimas del nazismo. Vicente García Riestra, el último superviviente español de Buchenwald, es de Pola de Siero y, cuando visitó Asturias, no fue recibido por el presidente del Principado. No se entiende", lamentó.
