Romeo, el setter blanco que desapareció este viernes en la playa de San Lorenzo en Gijón, apareció este mediodía en buen estado en el barrio de La Camocha. Sus dueños, unos turistas valencianos que visitaron la ciudad este puente, llevaban 72 horas de desesperada búsqueda y agradecen, sobre todo, la colaboración vecinal gijonesa. "Esta ciudad es todo un ejemplo de de civismo; estamos muy agradecidos", asegura Beatriz López, dueña del perro.

Según López, Romeo es muy atlético y, aunque se porta muy bien y es tranquilo, se asusta fácilmente con las personas que no conoce. Eso hizo que la búsqueda estos días fuese más complicada, porque cuando un vecino topaba con él y trataba de cogerle, Romeo salía corriendo aterrado. "Lo vieron por La Camocha y hasta en Caldones. Yo esta mañana me puse a gritar su nombre como una loca y creo que me reconoció u olfateó mi rastro. Nos dio un susto tremendo y el pobre está agotado", reconoce López.