En el parque Isabel la Católica residen 417 aves variadas, unos 1.200 árboles de 65 especies diferentes y decenas de esculturas catalogadas y protegidas por el Principado, pero para muchos gijoneses el pulmón verde de la ciudad sigue siendo un desconocido. Así lo piensa, al menos, la alcaldesa Carmen Moriyón, que participó ayer en la primera de las cinco visitas guiadas por el histórico parque de la avenida de Castilla. La actividad está incluida en el plan de uso y gestión del espacio que se aprobó en una sesión plenaria de este año. "Vimos necesario fomentar el conocimiento de este parque; todo el mundo viene pero poca gente sabe todo lo que incluye", reconoció Moriyón.

Alberto Martínez, el encargado hacer ayer de guía a la veintena de asistentes al recorrido, explicó el problema que el parque tiene con las inundaciones y la salinidad del Piles -que provoca que cada nueva riada aniquile a buena parte de las plantas-, así como los cambios que el espacio ha sufrido en los últimos años. "El origen del parque es franquista y mantiene su diseño de corte francés, pero no buena parte de sus instalaciones originales. Había, por ejemplo, lo que se llamaba "la caseta de los bambis", que era una zona separada con venados y muflones. Eso era una crueldad y no está permitido, pero se estuvo a punto de traer hasta dos osos pardos. Antes las leyes de protección animal eran un poco vagas", explicó.

Para que la visita no fuese demasiado densa, dejó caer también algún dato más entretenido, como que los emúes -hay varios en el parque gijonés- ponen huevos de color verde, que uno de los loros del recinto se ha arrancado casi todas las plumas con su pico o que los patos, si se les baña con demasiada frecuencia, pierden su capa de grasa y se ahogan en el agua. Fue esta segunda parte de la charla la que más interesó al grupo de ayer, aunque Moriyón aseguró que lo más llamativo del parque son su arquitectura y sus decenas esculturas, y lamentó que la oposición criticase en varias ocasiones la falta de mantenimiento. "Hemos invertido 900.000 euros en este parque en nuestro mandato", aseguró. Los propios asistentes fueron los que completaron las lagunas históricas del parque. Josefina María Viña recordó la existencia de un tiovivo que hacía que el parque le pareciese "un lugar mágico" e Isabel Garrote lamentó "que algunos brutos" se dedicasen hace años a maltratar a los pavos reales.

El recorrido se repetirá los tres domingos restantes de este mes y el lunes 7 de enero, aunque todas las plazas de reserva están ya agotadas. Ante la buena acogida, Moriyón anunció ayer que el Consistorio trabaja ya en repetir la actividad durante la primavera. La primera parada de las dos horas de visita son las escalinatas de entrada y, las dos últimas, la nueva arboleda y las esculturas del Jardín de las Delicias, por lo que la ruta traza un círculo en el sentido de las agujas del reloj.