La modificación genética de embriones está últimamente en boca de la comunidad científica tras el anuncio hace unos días de He Jiangkui, un científico chino que afirma que ha ayudado a que nacieran los primeros niños con el ADN alterado del mundo para evitar la infección del virus del sida. Tal anuncio (y la prohibición tajante de las autoridades chinas al equipo del científico para que continúe con los experimentos de edición genética) ha ocasionado un encendido debate en el que Gijón quiere tomar parte activa.

El presidente del Comité Científico de la Sociedad Internacional de Bioética, Marcelo Palacios, ha anunciado su intención de promover un encuentro internacional en la ciudad, "a ser posible al final de 2019", para "tratar mi propuesta sobre la necesidad, ahora urgente, de un acuerdo mundial sobre el uso racional, responsable, de las biotecnologías", recalca Palacios ante los experimentos en China.

Se trata, a pesar de lo reciente del debate, de una necesidad vetusta. "Desde hace unos 25 años vengo proponiendo continuamente ese acuerdo, capitulación o pacto, como ha sido recogido en publicaciones y medios regionales, nacionales y extranjeros", defiende del presidente de la SIBI, consciente de que este asunto debe abordarse urgentemente a la luz de los últimos acontecimientos.

Registro mundial

Determinadas biotecnologías como la clonación intra e interespecífica, la bioingeniería humana, la reprogramación celular (incluyendo la de gametos humanos para reproducción), la edición genética humana o la utilización de nanoparticulas con uso terapéutico "conllevan la exigencia de un registro mundial de esas actividades, de acceso general, así como de un debate público sobre las mismas y del control científico preciso para garantizar que sean seguras, eficaces y éticamente aceptables", recalca Marcelo Palacios, toda vez que "en ocasiones estos requisitos no se cumplen pese a lo establecido en documentos y normas internacionales y nacionales, o nos encontramos ante los hechos consumados".

Por todo ello Palacios pretende que Gijón albergue un encuentro internacional de expertos en la materia que sean capaces de sentar unas bases comunes de regulación en estos ámbitos, sopesando las valoraciones éticas de cada una de estas actividades con tanto impacto sobre la sociedad en su conjunto.

El Patronato de la Sociedad Internacional de Bioética celebra hoy mismo una reunión a mediodía en la que se abordará esta propuesta, además de los asuntos ordinarios de la entidad.