En el año de los centenarios de Covadonga, al artesano Graciano Gallinar Carrio le faltaba una bendición muy especial para su museo al aire libre. El padre Ángel visitará esta tarde en la finca de Gallinar en Fano la impresionante colección de monumentos del Prerrománico asturiano a través de pequeñas reproducciones en piedra a escala.

A las once joyas del Prerrománico regional se suman, además, otros espacios y edificios singulares de Asturias: la cueva de Infiesto, el santuario y la basílica de Covadonga (ésta no tan pequeña), la iglesia Mayor de San Pedro de Gijón y el obelisco del Repelao (Covadonga). También incluye una incursión internacional: el obelisco de Buenos Aires y en próximas fechas otro de los emblemas de la ciudad de Roma.

Pero si hay una obra especial en su particular museo esa es la gruta de Covadonga. Cincuenta mil kilos de piedra e interminables horas de trabajo durante año y medio le han servido al gijonés Graciano Gallinar para rematar una de sus obras más ansiadas casi a escala real. La pieza, que levanta unos ocho metros del suelo, será la que esta tarde bendecirá el padre Ángel antes de participar en Somió en una cena solidaria en beneficio de Mensajeros de la Paz y del Banco de Alimentos de Asturias, que se celebrará en el Palacio de La Riega a partir de las 20:00 horas. El menú, a un coste de 55 euros, ha sido confeccionado por los concineros Esther y Nacho Manzano.