Ana Braña, edil de Hacienda, adelantó ayer, ante una iniciativa del PSOE, la voluntad política de su gobierno de presentar en febrero las primeras modificaciones del presupuesto prorrogado de 2019. Unas modificaciones a cuenta del préstamo que puedan dar cobertura a las ayudas a fachadas e inversiones reales que quedan a cero. Voluntad política sin garantías ya que depende de que se contrate el préstamo en tiempo y, sobre todo, de que Intervención tenga datos fehacientes sobre el cumplimiento de los parámetros de la regla de gasto que marcan el plan de ajustes.