Langreana nacida en enero de 1930, hija de padre y madre represaliados, militante del Partido Comunista desde pequeña, esposa de un picador y una de aquellas mujeres de las cuencas mineras asturianas que protagonizaron las movilizaciones que culminaron en la "huelgona" de 1962. Esa es parte de la trayectoria vital de Anita Sirgo Suárez, que acaba de ser premiada por la Sociedad Cultural Gijonesa con el premio "Juan Ángel Rubio Ballesteros" . Un galardón, que se destaca en el acta de concesión del reconocimiento, quiere reivindicar "a todas esas mujeres de la posguerra que ejemplifican la lucha denodada por una sociedad más justa y libre". En la argumentación del premio se hace mención a su afiliación al PC en la clandestinidad y a su labor "en las Comisiones de Mujeres que tan importante papel jugarían en el inicio del cambio político que supuso la llamada "huelga del silencio" de 1962".

El jurado estuvo integrado en esta ocasión por Arlé Corte, presidenta de la sociedad cultural "Gesto", Maite Martín, presidenta de la asociación de vecinos Jovellanos de la Zona Centro, Manuel Mata Machado, vocal de Divertia por la entidades culturales, Adrián Arias, presidente de la Federación de Vecinos, Yolanda Huergo, en representación de la Xunta Pola Defensa de la Llingua (premio en la edición anterior) y Antonio Rubio, como representante de la familia Rubio. Ejerció la presidencia Eva Fernández, vicepresidenta de la Sociedad Cultural Gijonesa.

Entre los últimos ganadores del premio que honra el nomber de uno de los más estimados presidentes de la Cultura están el colectivo de Mujeres de IKE, Mujeres del Carbón la Charanga Ventolín, el colectivo de refugiados colombianos "Luciano Romero", María Teresa Fernández "Belité" y la Xunta pola defensa de la llingua asturiana.

La entrega del nuevo galardón tendrá lugar el viernes 21 en un acto que se organiza con motivo del 50 aniversario de la fundación de la Sociedad Cultural Gijonesa. Será el cierre de un año lleno de buenas nuevas con la concesión de la medalla de plata de la ciudad y el paso a un nuevo local en la antigua Escuela de Comercio.