Unos cuarenta "chalecos amarillos" se manifestaron ayer en Gijón, cortando el tráfico del centro en varios momentos y ocasionando destrozos en establecimientos comerciales. "No somos de ningún partido político ni de ninguna clase social en concreto. Representamos al pueblo y queremos luchar por los derechos humanos", señaló una de las portavoces. Muchos de los manifestantes ya habían tomado parte en la protesta de Avilés, y otros acudían ayer por primera vez a través de una llamada por redes sociales. Entre ellos había varios niños.

La protesta arrancó de la plaza del Humedal y discurrió por la calle Álvarez Garaya hasta la plaza del Carmen. "Vengo porque estoy harta de los problemas políticos y económicos de este país. Reclamo que se libere a los presos políticos ya", señalaba la gijonesa Ana Fernández, que se sumaba ayer a la manifestación.

Los "chalecos amarillos" se adentraron después en la calle Corrida, donde la presencia de los transeúntes no les impidió tirar petardos y bengalas. Además, tiraron pintura a tiendas de marcas conocidas. La protesta avanzó hacia la calle Asturias para luego volver a la calle Álvarez Garaya y terminar en la estación de autobuses. Hace días sucedió algo similar en Oviedo.