Con un 20% menos de plantilla y menos presupuesto, la Administración "funciona mucho mejor y es más barata" gracias a la transformación digital. Esa es la tesis que ayer sostuvo el Secretario de Estado de Transformación Digital, Fernando de Pablo, en la conferencia que impartió en la Escuela Politécnica de Gijón dentro de la jornada Gijón Smart Cities Demo Lab.

Antes de la crisis había 240.000 funcionarios (sin contar a los más de 300.000 de fuerzas de seguridad) "dando servicios" desde la Administración central, cifra que ahora se ha reducido a 200.000, lo que representa un 8% de los funcionarios del conjunto de las administraciones del país. Pese a esa reducción de plantilla, la Administración funciona mejor, dijo. Añadió que ahora "la Administración normal es la electrónica y la de papel la extraordinaria".

En su conferencia titulada "Oportunidades de la transformación digital en la Administración pública", resaltó que transformación digital es algo distinto y que va más allá de la digitalización; "es un cambio organizativo y cultural soportado por la tecnología", mediante el que la Administración está ganando en "eficiencia social, al reducir las cargas a los ciudadanos y a las empresas y al crear una Administración más abierta, transparente y sostenible" algo que a su vez contribuye a "generar confianza de la sociedad en las instituciones", una confianza que en gran medida se perdió en los países europeos a raíz de la última crisis.

El alto cargo del Ministerio de Política Territorial y Función Pública incidió en su exposición en que la transformación digital va más allá de una mera cuestión tecnológica, "ya que implica cambios organizativos, simplificación de procedimientos, cambios legislativos y cambios de mentalidad" dentro de la Administración.

Los problemas en este nuevo escenario no serán los que ponga la tecnología. Indicó, por ejemplo, que "si el lenguaje administrativo es complejo, no es un problema de la tecnología" o que si se desaprovechan las nuevas herramientas digitales, limitándose a trasladar los formularios que antes se ofrecían en papel al ordenador, eso tampoco es un problema achacable a la tecnología.

Una tecnología que evoluciona rápidamente y que pone nuevos retos a la Administración. El más inmediato, el de "dar servicios públicos a través del teléfono móvil, para lo que hay que adaptar procesos, algo que aún no se ha hecho". El siguiente reto desde el punto de vista tecnológico será la inteligencia artificial, por ejemplo para automatizar procesos mediante la interconexión de las diferentes bases de datos de la Administración.

Aunque el grueso de su charla se centró en la Administración pública, De Pablo también dio algunas pinceladas sobre el sector privado. Así, en el plano de la economía indicó que la transformación digital "no se trata de convertir tu negocio en digital, sino de dar una capa digital a tu negocio". En cuanto a la seguridad, aseguró que "existen dos tipos de empresas; las que han hackeado y las que no saben que les han hackeado".