María Lafuente (Grao, 1967) ha sido la primera diseñadora del mundo en hablar de sostenibilidad en el Foro de Medio Ambiente de la ONU. "La moda entró en este foro por primera vez y he sido la embajadora privilegiada de aportar los valores de los objetivos de desarrollo sostenible que promueven los gobiernos de cara al año 2030", explicaba ayer en Gijón, en el encuentro "Impulsa" sobre moda ética y sostenibilidad, en el que se planteó la necesidad de abordar el futuro de la industria desde la ética. El encuentro, promovido por la Asociación de Diseño y Moda de Asturias, busca "dar un impulso a los emprendedores desde una óptica diferente", indica su presidenta, Teresa Laso.

- ¿Por qué es importante que la moda sea sostenible?

-Por varias razones. La principal es que tenemos que dejar un legado a las siguientes generaciones, tenemos que ser conscientes de lo que cada uno tenemos que aportar desde nuestro apartado en la sociedad. Hay que generar nuevas acciones porque son necesidades vitales, todos sabemos que la Tierra es una, el medio ambiente es uno, y tenemos que conservarlo, preservarlo y mejorar todas las acciones que vayamos desarrollando. Ya vamos con retraso.

- ¿Qué tiene que hacer la moda?

-En la actualidad disponemos de materiales cuya utilización genera mejores acciones. Por ejemplo a la hora de teñir se puede utilizar el tencel, un tejido que se obtiene de la pulpa de la madera de los árboles que facilita el proceso, porque se utiliza dos tercios menos de agua. Tenemos que utilizar las cosas que tenemos, en mi caso por ejemplo utilizo neumáticos reciclados, porque el objetivo es ir reciclando con un objetivo estético y ético para generar nuevas cosas a través de nuevos elementos, a través de las innovaciones tecnológicas que nos permiten usar nuevos tejidos.

- Usted también defiende la incorporación de las tradiciones artesanas en la moda...

-Efectivamente, porque eso también es sostenibilidad. Tenemos que mantener las tradiciones, con bordados, lanas... Son absolutamente necesarias dentro del patrimonio creativo universal.

- ¿Se están recuperando esas tradiciones para la moda occidental?

-Sí, y cada vez se hacen más acciones en este sentido. Recientemente he tenido el privilegio de realizar un viaje a Tailandia para llevar a cabo un aprendizaje sobre la seda, y aquí tenemos que hacer lo mismo. En cualquier parte del mundo estamos obligados a preservar las tradiciones y los oficios que son tan necesarios. Igual que el medio ambiente, las plantas, los animales... al final estamos hablando de un círculo de crecimiento en el que debemos proteger unos valores intangibles que resultan a su vez de un valor incalculable.

- ¿Puede ser la moda bonita con otro tipo de materiales?

-Por supuesto; la moda tiene su magia, tiene su estética, pero tiene valores. Debemos fomentar respeto hacia lo que nos rodea y hacia las personas con las que trabajas, en mi caso con las mujeres de la asociación Lal La Buya, que son víctimas de violencia de género. Todo esto es necesario, porque en la moda hay muchos mensajes que contar. Y para mí el mensaje real es saber de dónde proceden las cosas, saber cómo están hechas, darles un contenido.

- ¿Es algo que demandan los consumidores?

-Los consumidores son conscientes, y cada vez se necesita saber más de dónde proceden las prendas, los artículos de moda. Y eso es importantísimo, por eso los que lo hacemos tenemos que dar una visibilidad a nuestra labor para que el ciudadano pueda buscar y conseguir lo que más le gusta, lo más cercano a su filosofía y planteamiento de vida. El lo mismo que ocurre cuando elegimos qué comemos y cómo lo comemos, dónde vamos de vacaciones o cómo elegimos vivir; con las prendas de vestir sucede lo mismo.

- ¿Son conscientes las grandes marcas de moda de ello? Hay diseñadores que se resisten a renunciar a las pieles naturales...

-La industria de la moda tiene que ir hacia la sostenibilidad. Los grandes también deben hacer caso de ese consejo. No sé cómo va a ser ese proceso, cuánto tiempo tardarán en hacerlo y cuántos diseñadores lo harán, pero sí es necesario que se sepa y que haya ese movimiento hacia estas acciones. Está claro que estamos hablando de códigos éticos reales que nos tenemos que plantear desde la moda, y también como ciudadanos consecuentes para promulgar estos valores.

- ¿Cómo ve la industria de la moda en Asturias?

-Somos un país de creativos en todo, siempre hay que mantener la pasión y la ilusión por generar nuevos métodos y modos, cada uno buscando su identidad desde una autenticidad, que es muy necesaria. Hay gente buena, estamos en un momento de cambios con las innovaciones y la tecnología, pero también es un momento en el que los valores tienen que triunfar. Ese es mi mensaje para todos los que nos dedicamos a ello.