El centro de día "Milsoles" de Siloé se puso ayer de largo para reestrenar sus instalaciones de El Coto con nuevos servicios: seis duchas y cuatro lavadoras y secadoras que garantizarán a los usuarios una mejor atención.

El espacio, que se ha ampliado en unos cien metros cuadrados, ha sido reorganizado para poner en marcha una cafetería, "quizás el elemento más novedoso junto con una sala para fumadores", explica Pablo Puente, responsable de programas de Siloé. Se trata, de hecho, del primer establecimiento de estas características que dispone de una cafetería, que será autogestionada por los propios usuarios, de manera que puedan pasar más tiempo en el centro y se reduzcan las tiranteces con los vecinos del barrio, que meses atrás llegaron a poner en marcha una recogida de firmas para exigir el cierre del local.

En este sentido, Puente confía en superar las diferencias después de "ocho meses de trabajo con los usuarios para concienciarlos de la necesidad de hacer más uso de las instalaciones, en lugar de estar en los espacios públicos". Además, cada dos meses mantienen reuniones con los vecinos para "tratar todos los temas que les preocupen y buscar soluciones para ellos".

El centro dispone también de una nueva zona de "office" para que los usuarios, una media de cien al día, puedan calentar alimentos o bebidas y tomarlos en la zona de estar. El perfil de los beneficiarios es el de personas con problemas de consumos, muchos de ellos residiendo en la calle. La mayor parte (un 80 por ciento) son varones, con una media de edad de entorno a los 45 años.

Al cabo del año pasan por "Milsoles" unas 800 personas, como señala Pablo Puente, aunque la media de usos al día se mantiene estable en el centenar. En el centro además también tienen oportunidad de asistir a talleres y actividades de formación.

A la reinauguración del centro asistieron varios concejales gijoneses y el director general de Salud Pública del Principado, Antonio Molejón.