Un "hasta aquí hemos llegado, ya estamos hartos de aguantar mentiras" fue el argumento del secretario general de Comisiones Obreras, Victor Roza, para justificar la comparecencia pública en la que ayer hizo una encendida defensa del compromiso de su organización con la Casa Sindical y cargó contra sus "vecinos" de la CSI, a los que recordó que están en ese edificio por la "generosidad de Comisiones, ellos no tenían derecho a ese patrimonio sindical". Un recordatorio con carga de profundidad después de que el líder de la Corriente, Nacho Fuster, anunciara hace unos días que su sindicato quiere ocupar los espacios que ahora tiene la oficina de empleo que hay en el edificio y que Comisiones tiene concedidos en un acuerdo firmado con el Ministerio de Trabajo en 2004. La Corriente Sindical d´Izquierda fue una escisión de CCOO en los años ochenta.

"Hay quienes piensan que todo es quemar y derribar,viven en ese mundo porque es donde mejor se mueven y donde sacan tajada", criticó Roza que puso en valor los tres años que Comisiones Obreras lleva renunciando a subvenciones municipales frente a quienes "no pueden decir lo mismo porque reciben subvenciones, tractores, locales...".

El Ayuntamiento de Gijón acaba de ceder un almacén en Tremañes al colectivo de parados y precarios vinculado a la CSI para que abandonden el salón de actos de la Sindical -que usan como mercadillo- y puedan iniciarse unas obras que impidan la clausura de todo el inmueble por fallos graves de seguridad. Además, el gobierno de Foro tiene el compromiso de facilitarles un local en el centro para que mantengan sus actividades.

"Resulta enternecedor ver una furgoneta del Ayuntamiento con un conductor, la directora general de Patrimonio y un héroe de la clase obrera buscando local por Gijón", ironizó Rubén Medina, secretario de relaciones institucionales del sindicato. Al tiempo que recordaba que el problema no está sólo en "el almacenamiento de enseres inservibles" sino en el desarollo de una actividad ajena a los usos de la Sindical y sin licencia. "Qué pensarán los comerciantes que pagan los impuestos de esta actividad que les hace la competencia, que no paga nada y que tiene el consentimiento municipal", se preguntó en voz alta.

Líderes de la Corriente han asegurado en numerosas ocasiones que Comisiones es uno de los poderes que buscan la demolición de la Sindical para especular con el terreno y dar un pelotazo urbanístico. "Nunca hemos planteado derribar la Sindical, al contrario", sentenció Roza que defendió que es Comisiones quien asume el coste de su mantenimiento en el día a día con "decenas de miles de euros" pagados en luz, agua, ascensores...