¿Puede repetirse en las próximas elecciones a la Junta General del Principado el panorama que han dejado los recientes comicios en Andalucía? Esa fue una de las cuestiones sobre la que ayer debatieron en la Antigua Escuela de Comercio cuatro politólogos y sociólogos, que apreciaron algunos rasgos similares entre ambas comunidades autónomas, aunque también diferencias.

Así el decano del Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Asturias, Jacobo Blanco, apuntó que el fraccionamiento que ya se ha dado en el parlamento autonómico andaluz "va a ser mayor en Asturias, con siete partidos en liza con opciones de sacar escaño". En su opinión, uno de los temas clave para las próximas elecciones autonómicas, en el que hay cierta coincidencia con Andalucía, es el "hastío hacia el PSOE", partido que ha estado en el gobierno de Asturias durante la mayor parte de la última etapa democrática, sin que, en su opinión, el relevo al frente del partido en la región vaya a contribuir a reducir esa tendencia. Otros factores clave, añadió, serán la percepción de que Asturias puede quedarse definitivamente atrás respecto al resto de España, el medioambiental, la salud y el empleo. Una de las diferencias respecto a Andalucía es que en Asturias no hay conflictos por la inmigración.

Para el politólogo Eduardo Bayón, "muchos componentes se asemejan a la situación en Andalucía", como la hegemonía histórica del PSOE en ambas comunidades, el desgaste del PP, la crisis de liderazgo y el voto antiestablishment, opinó. Por contra, también ve diferencias como la decadencia industrial de Asturias y en la inmigración.

Respecto a esto último discrepó el profesor de Sociología de la Universidad de Oviedo, Hans Van den Broek, quien apuntó que "es verdad que en Asturias hay pocos inmigrantes, pero la experiencia en Europa enseña que no es la presencia real de inmigrantes el factor determinante, sino sobre todo la percepción que la gente tiene de los inmigrantes, sin que tengan por qué vivir en su ciudad".

Derecha radical populista

Derecha radical populistaEste profesor universitario también apuntó que Vox no es un partido fascista, sino de otro tipo de ultraderecha al que denominó derecha radical populista y con ciertos toques del "alt right", la derecha alternativa estadounidense que aupó a Donald Trump al poder. "No caigamos en la demonización; Vox es un partido muy conservador, de derecha radical populista, pero no es un partido fascista ya que acepta el juego democrático y no incita al odio ni a la violencia", sostiene Van den Broek, quien agregó que "la demonización en Europa de estos partidos ha jugado en su favor" reportándoles réditos electorales.

La politóloga y periodista Laura Pérez Macho también opinó que se pueden dar en Asturias ciertas coincidencias con las elecciones andaluzas, como la pérdida de votos del partido gobernante. Para Laura Pérez no resultó sorpresivo el resultado que se ha dado en Andalucía ya que la fragmentación del parlamento y la radicalización del voto es algo que se remonta a hace años, comenzando con el movimiento del 15-M. "En Andalucía ha sucedido y en el resto de comunidades autónomas posiblemente va a ocurrir algo muy similar", consideró