Niños de todas las edades participaron ayer en el certamen de redacción que la Asociación de Vecinos San Julián de Somió organiza cada año junto a LA NUEVA ESPAÑA en el Club de Tenis de Gijón. Ayer celebraban la 17.ª edición, y lo hacían con 27 participantes, menos que en años anteriores. "Hemos tenido que mover la fecha y han venido mucho menos niños. Otros años lo hacíamos justo cuando les daban las vacaciones, y estaban más receptivos", explicó Miguel Ángel Posada, secretario de la entidad organizadora.

Los participantes se dividieron en tres grupos en función de sus edades: de 6 a 9 años, de 10 a 14 años, y de 15 a 18. Los mayores tuvieron que escribir sobre "el descubrimiento que cambiará el mundo", los medianos sobre "un niño, un perro y la amistad", y los pequeños sobre "los ordenadores", un tema completamente nuevo. Todos los temas fueron elegidos por sorteo.

El género era abierto, y cada niño tuvo libertad para darle al texto el formato que quiera. "Son súper imaginativos, hay algunos que se dejan llevar y escriben de todo", indicó Posada. Los participantes tuvieron tres horas para redactar y después se celebró un picoteo.

Los relatos serán sometidos a la corrección de un jurado, que está integrado por varios catedráticos de la Universidad de Oviedo y licenciados en Filología. De cada categoría serán elegidos dos niños, cuya obra será publicada a lo largo de la semana en LA NUEVA ESPAÑA. Además, recibirán un vale para una librería gijonesa.

"A ellos les encanta. Son críos a los que les gusta escribir, así que aquí se sienten como pez en el agua", afirmó el responsable de la actividad. Muchos de ellos provienen del Colegio-Liceo La Corolla, centro privado de Somió, cuyos profesores, según indican los organizadores, "alientan especialmente a los alumnos a participar". "Es importante que desde los colegios e institutos les animen a venir, porque sino los chavales se desentienden", afirmó Virginia Álvarez-Buylla, organizadora del certamen y colaboradora de este diario.

Los ganadores tendrán la oportunidad de leer al público su relato el próximo 2 de enero, día en el que el Club de Tenis de Gijón organiza una chocolatada para todos los participantes del certamen. "Todo lo que sea picar algo o tomar un chocolate con churros a ellos les encanta", reconoció Posada.

Este año el concurso está dedicado a Jorge Medina Zarracina, vecino de Somió y precursor de la iniciativa, que falleció este mes. "Le estamos muy agradecidos por su trabajo todos estos años. En parte el certamen de esta edición es un memorial suyo", aseguró Posada.