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Cabueñes, con una planta cerrada desde el verano, dobla camas en 17 habitaciones

"Tenemos pacientes por encima del aforo ordinario y falta de personal en todas las categorías", lamentan desde la Corriente Sindical de Izquierda

Entrada de Urgencias del Hospital de Cabueñes. ÁNGEL GONZÁLEZ

El personal sanitario gijonés calculaba hace unas semanas que el primer brote importante de gripe en la ciudad coincidiese con la Navidad y esperaba que ese aumento asistencial promoviese la apertura de la segunda planta par que el hospital suele cerrar en verano por la poca afluencia de pacientes. Aunque el buen tiempo de las últimas semanas está retrasando esas primeras previsiones -por lo que la planta se mantendrá cerrada hasta nuevo aviso-, Elena Pérez, de Corriente Sindical de Izquierda, aseguró ayer que el hospital había doblado 17 de sus camas individuales y que la carga asistencial en áreas como Cirugía General rozaba lo "insostenible". "En Cabueñes se nos está juntando el aumento de trabajo con una falta de personal perentoria", aseguró.

El primer problema, el del aumento de pacientes, acabará resultando beneficioso para el propio hospital en las próximas semanas. "En cuanto llegue el pico de la gripe abrirán la planta cerrada desde el verano y las enfermeras podrán respirar más tranquilas. Otra cosa es que la gerencia pueda contratar al personal que necesita para esa planta", comentó Pérez. Para reabrir la zona cerrada, Cabueñes tendrá que contratar a 10 enfermeras en turno rotatorio, a una enfermera en fijo y a ocho auxiliares. Hace unas semanas el propio gerente del área sanitaria local, Miguel Rodríguez, adelantaba que el proceso de contratación no sería sencilla por la escasez de oferta en las bolsas de empleo.

Mientras tanto, ayer en el hospital había 17 habitaciones que se habían doblado con las denominadas "camas D", unas camas auxiliares -sin llegar a ser supletorias- que el centro utiliza para poder a coger a dos pacientes en los cubículos diseñados para solamente uno. "Esas habitaciones están muy bien, el paciente tiene más espacio, pero ahora es una especie de excusa para disimular que aquí falta gente trabajando", razonó Pérez. "Como lo normal es que las camas sean dobles, cuando las triplican con camas supletorias todo el mundo se indigna, pero cuando doblan una individual sorprende menos. El problema es el mismo: hay muchos pacientes y poca gente trabajando", añadió. La mayor parte de las plantas tiene una de estas camillas de apoyo con la excepción de Traumatología, la séptima impar, que tiene cinco.

El grupo sindical considera que ni siquiera la apertura de la zona cerrada aliviará la presión de los trabajadores y cree que algunas áreas, como la de Cirugía General -que tiene dos plantas en Cabueñes, una de ellas completa y otra compartida con Vascular-, simplemente necesitan más enfermeros. "En el HUCA tienen a cuatro personas en turno de mañana, tres en el de tarde y tres en el de noche. En Avilés tres en el de mañana, tres en el de la tarde y tres en el de noche. En Gijón tenemos dos enfermeros en cada turno. Pase lo que pase", lamento Pérez. "Cirugía es una área muy compleja porque los pacientes están muy medicados y requieren mucha atención. En la UVI hay un enfermero por cada dos pacientes. En Cirugía, uno por cada catorce", explicó, matizando que sí había una tercera enfermera asignada al área pero que, ahora, trabaja en una unidad de reciente creación y su cupo no ha sido cubierto.

Caso aparte será la contratación de personal para la apertura de la planta cerrada. "El gerente dice que no hay gente en bolsa y es cierto, pero habría que explicar por qué. Los trabajadores se están dando de baja como demandantes de empleo porque se les ofrece contratos de muy pocos días de duración", comentó Pérez. Su apuesta es lanzar contratos más duraderos y que los empleados vayan rotando por las plantas que necesiten ayuda en ese momento. "La gente se está yendo a trabar fuera de la región porque en hospitales como Bilbao sí que apuestan por este sistema", sentenció.

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