"No descartamos ser la fuerza más votada. Las encuestas nos dan cinco concejales pero se puede mejorar. Hay espacio para crecer". Rubén Pérez Carcedo, coordinador de la agrupación gijonesa de Ciudadanos, compartía ayer brindis navideño y mensaje de optimismo para un 2019 electoral, con el único edil que ahora mismo tiene la formación naranja en Gijón, José Carlos Fernández Sarasola, y parte del equipo directivo del partido.

Las encuestas que hablan del crecimiento de la formación en toda España y el reciente resultado electoral en Andalucía avalan el optimismo de los dirigentes de Ciudadanos, que también consideran que Gijón "recompensará" su trabajo municipal - más de cien iniciativas en comisiones y veinte propuestas plenarias con un sólo edil- y su capacidad de llegar a acuerdos con grupos políticas de todos los ámbitos. Una capacidad que, entienden, es un valor al alza en un Pleno cada vez más fragmentado y plural y donde la dinámica de bloques políticos ya no tiene sentido.

¿Vox? "No nos preocupa, está en las antípodas de nuestro proyecto político", aseguró Pérez Carcedo para quien resulta evidente que las expectativas de cambio que parte del electoral puso en Foro y Carmen Moriyón se han visto frustradas tras estos años de gobierno y que la alternativa tampoco está en una izquierda "que fue incapaz de ponerse de acuerdo en este mandato porque antepusieron intereses partidistas a la ciudad".

"El gobierno de Foro se ha mostrado ineficaz para Gijón. Este último año ha sido el del desencuentro, más fingido que real, con su socios de Xixón Sí Puede, con los que es evidente que hay un pacto no escrito. La herencia de Foro es terrible", sentenciaba un Sarasola que, sin postularse para repetir como cabeza de lista de su partido a las municipales gijonesas, si dejaba claro ayer que "la política me gusta y tengo ganas de seguir pero será lo que decida el partido. Yo soy un trabajador en excedencia de Telefónica y allí volvería sin problemas el año que viene".

En su balance del año que termina en la vida municipal, Sarasola hizo mención a los problemas en el ámbito económico con una situación de prórroga presupuestaria y la aplicación de un plan de ajustes por el incumplimiento de la regla de gasto. "Pagamos todos esa mala gestión de Foro", concretó el concejal, que puso como máximos ejemplos las paralizaciones de las ayudas a la rehabilitación de fachadas y al alquiler de vivienda. "A priori en 2019 vamos a tener los mismos problemas y Foro sigue sin poner la solución", indicó. Para Sarasola el legado de Moriyón será un Plan General de Ordenación con una aprobación "surgida más de la necesidad que del convencimiento".