Un Jardín Botánico abarrotado recibió ayer a cientos de visitantes que pasaron la tarde disfrutando de las múltiples atracciones que se ofrecen estas Navidades. La gran parte están orientadas a los niños, que fueron los grandes protagonistas de la jornada y que vivieron una verdadera aventura en cada parada del recinto. Y es que el jardín gijonés está en racha, y según las previsiones cerrará el 2018 batiendo su récord de asistentes: serán 120.000 visitas a lo largo del año.

La primera parada, y la que más disfrutaron los pequeños, es el laberinto, una senda compuesta por 230 laureles de la que los visitantes debían salir tras solucionar un cuestionario sobre botánica. "Casi no salimos. Echamos más de media hora", explicaban Nayara Ordóñez y Keira Sarmiento, ambas ovetenses de 10 años. "Me daba un poco de miedo al principio, pero luego me lo pasé bomba", señalaba una de ellas. Los participantes podían elegir el nivel de las preguntas, que hacían referencia a la vegetación de los Picos de Europa.

El otro gran atractivo del jardín es el belén, cuyas figuras a escala real se extendían junto al laberinto. "Este año le hemos querido dar una temática marinera al nacimiento y hemos incluido varias piezas procedentes del Museo Marítimo de Asturias", afirmaba Pedro Avello, director del Botánico. Las figuras del belén también seguían esta línea: pescadores, lavanderas, carpinteros de la ribera, calafateadores y otros personajes marineros se colaron en el nacimiento, una de las atracciones que más visitas recibe estos días. "A la gente le encanta. Es muy habitual ver a visitantes sacándose 'selfies' con las figuras", explicaban desde la dirección.

Los niños pudieron continuar la aventura en la exposición de figuras de Playmobil, que este año representa el Parque Nacional de los Picos de Europa. La actividad también tenía una finalidad didáctica, y los pequeños rellenaron un cuestionario sobre la fauna y vegetación representada por los muñecos. Los que acertaban las preguntas se llevaban a casa un obsequio, y algunos se lo tomaron muy en serio. "Me confundí sólo en una", decía Álvaro López, que venía desde Langreo. "Me preguntaron por el animal que no existe dentro del parque y yo contesté que era la cabra montesa, pero era la marmota", lamentaba el pequeño. Al gijonés Diego Eiroa, de 7 años, lo que de verdad le gustaba de la exposición eran los muñecos: "Mis "playmobil" favoritos son los policías. Tengo tantos que ya no caben en casa", señalaba.

Los más 'manitas' prefirieron acercarse al taller de plantación de árboles, en el que los participantes pudieron plantar un carbayo en una maceta y llevárselo a casa. La actividad no terminará en ese taller, ya que los niños podrán llevar su árbol el 24 de marzo al Monte Deva, donde se creará un carbayera nueva con 2.000 ejemplares dedicada a Pedro Pidal. "La idea es que los niños se lo lleven a casa y lo cuiden ellos estos tres meses", explicaba un responsable.

Este fin de semana el jardín también acogió una actividad cultural para los peques. Se trata de "La Casina de los cuentos", en la que la actriz Olga Cuervo y el músico David Varela interpretaron una función de microteatro sobre la Navidad y los Reyes Magos. La actividad, que tenía un aforo máximo de 50 personas, tuvo una duración de 20 minutos y se hicieron varios pases a lo largo de la tarde. "Me he reído muchísimo", señalaba Alba Balboa, de 7 años, que acudió ayer a ver las plantas con su hermana Irene, de 5. "Nos lo hemos pasado bien hasta los padres. Estuvo fenomenal", afirmaba otra visitante.