El Hospital de Cruz Roja, que anunció hace unas semanas el inicio de una campaña de formación de personal para mejorar el diagnóstico de la disfagia -la enfermedad que causa dificultades a la hora de tragar- adelantó ayer que comenzará a registrar también el número de pacientes atendidos que se vean afectados por esta patología. "En Asturias no sabemos exactamente cuánta gente sufre esto y queremos saber a qué nos enfrentamos. La disfagia puede llegar a ser mortal", explica Leopoldo Álvarez, gerente del hospital.

El nuevo plan de Cruz Roja, no obstante, no tiene nada que ver con la causa del fallecimiento del pequeño Thiago Leonel. "Este niño no fue capaz de tragarse una uva y eso afectó a su árbol respiratorio. La disfagia, sin embargo, es una enfermedad que se presenta en enfermos que han sufrido un ictus, por ejemplo, o en gente mayor con un cuadro degenerativo. Yo calculo que hasta el 70% de ancianos con problemas neurológicos se ven afectados por esto, pero lo más frecuente es que aspiren líquidos, no sólidos", puntualiza Álvarez. "Es complicado porque no siempre es un atragantamiento obvio. En muchos casos el paciente aspira una pequeña parte de lo que está bebiendo y eso provoca, a la larga, una infección grave o una pulmonía. Tenemos que estudiarlo más; es un problema en alza" concreta.