Puede que no soplen los mejores vientos para la actividad portuaria en Asturias y que nubarrones negros planeen sobre la principal dársena de la región, de cumplirse el anunciado cierre de las centrales térmicas, pero lo cierto es que El Musel cerró el ejercicio pasado con un nuevo récord en el tráfico de contenedores, que cada año va a más.

Según datos a los que ha tenido acceso este periódico, el puerto de Gijón registró a lo largo del recién finalizado 2018 un crecimiento del 1,7% en el tráfico de la mercancía general, en buena parte debido a la mejora del movimiento de contenedores. A lo largo del pasado año, El Musel batió su propio récord al manipular un total de 80.916 TEUs (unidad de medida del transporte marítimo que corresponde a la capacidad de carga de un contenedor normalizado de seis metros). El año pasado, el número de contenedores fue de 76.717, lo que supone, en un año, un incremento cercano al 7%.

El aumento de los tráficos se debe fundamentalmente a la mejora general de la economía y al efecto de que mercancías que antes no venían en contenedor, sino mediante carga convencional, cada vez más se van contenerizando. La apertura de la variante de Pajares contribuirá, según fuentes portuarias, al crecimiento futuro del tráfico de contenedores.

La terminal de contenedores de El Musel dispone de 350 metros de muelle, 11,2 metros de calado, dos grúas pórtico y 4 hectáreas de superficie. Su capacidad de procesamiento de contenedores al año es de 117.000 TEUs.

El crecimiento del tráfico de contenedores compensa así una reducción del 11,94% en las entradas y salidas de productos siderúrgicos, provocada en gran medida por la caída del carbón térmico.

En líneas generales, el Puerto de Gijón registró al cierre del ejercicio pasado un nuevo récord, con la manipulación de 19.579.527 millones de toneladas movidas en los muelles de El Musel. Se trata de la tercera mejor cifra de la década, por detrás de los 21,7 millones de toneladas alcanzados a lo largo de 2017 y de los 21,2 millones de toneladas de 2015.

La terminal de graneles sólidos EBHISA manipuló en los doce meses del pasado año 12.688.399 toneladas, menor cantidad que en 2017 debido al ya apuntado descenso del carbón térmico. Otros graneles supusieron un movimiento de 4.467.490 toneladas, lo que supone una merma del 4,33%, relacionada con el descenso en las actividades relacionadas con la exportación de yeso y piedra caliza. En cuanto a los resultados financieros, el Puerto gijonés despidió el año con una cifra de negocio de 15,8 millones de euros.