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Directo al corazón

"Hasta los 16 años mi vida fue itinerante, me considero ciudadana del mundo"

"Hablo cuatro idiomas y siempre me llevaron a colegios americanos; fue mi madre quien me enseñó a leer y a escribir en español"

Élida Suárez, en el hotel que dirige. MARCOS LEÓN

Élida Suárez es una chica joven, alta y vistosa. Alegre, se ríe con facilidad y es buena conversadora. Pese a su juventud, tiene una larga experiencia.

- Defínase, por favor.

-Nací en Caracas (Venezuela), en 1985, la mayor de tres hermanos. Viví en América dieciséis años, pero en siete países debido al trabajo de mi padre, que se ocupaba de grandes obras de ingeniería en todo el continente. Residimos en Honduras, Ecuador, Chile, Brasil, Argentina y Venezuela. Pero mi padre es gijonés y mi madre es gallega, de Santiago.

- ¿Cómo se considera?

-Asturiana, por supuesto, y española. Estamos afincados en Asturias.

- ¿Es soltera?

-No, estoy casada con un ingeniero gijonés, y tengo una niña de 3 años.

- ¿Cómo ha sido su formación?

-Hice la carrera de Turismo en la Universidad de Oviedo, y posteriormente un máster en Madrid, en la Universidad Alfonso X, en dirección y gestión hotelera, y con 27 años ya fui directora.

- ¿Fue su primer trabajo?

-Lo conseguí en el hotel Val de Quintueles, de cinco estrellas. Fui recepcionista y luego directora cuatro años. Fue una experiencia muy interesante. Luego en 2014 me fui a Villa Rosario, un hotel de Ribadesella, maravilloso, que ocupa un palacete de indianos, donde fui muy feliz. Está en la playa de Santa Marina, un lugar increíble. Yo no creía que había turismo de calidad en Ribadesella, pero vaya si lo hay. Acude mucho turismo y muy bueno. Permanecí allí cuatro años, pero residía en Gijón y era muy complicado ir todos los días a Ribadesella, y surgió este proyecto. Eran treinta y cinco minutos de coche, para ir y venir. El nivel de turismo de Villa Rosario era muy exquisito, alto.

- ¿Cuántos idiomas habla?

-Cuatro: español, francés, portugués e inglés. Siempre fui a colegios americanos. Fue mi madre la que me enseñó a leer y a escribir en español.

- ¿Cómo fue su experiencia en un cinco estrellas?

-Muy buena. Supuso otra carrera para mí. Era un concepto muy novedoso. Y aunque está en Villaviciosa funcionaba muy bien. Pasaron por allí Bruce Springsteen, la selección española de fútbol y la Vuelta Ciclista. Era de dos constructores gijoneses y ahora lo vendieron a una cadena menorquina, que tiene hoteles en Menorca y en Madrid.

- El hotel que dirige se encuentra en un edificio singular del centro de Gijón...

-Los propietarios, padre e hijo, hacía mucho tiempo que estaban buscando un edificio emblemático y no lo encontraban. Al fin apareció éste, que es precioso, es de 1931, diseñado por Juan Manuel del Busto. Es de estilo modernista, puro art decó. Lo vaciaron y lo reconstruyeron entero, menos la fachada, que es preciosa.

- Pero no tiene garaje...

-Sí, aunque hay dos parkings cercanos, el de Fomento y el de Auto Salón, y hemos certificado un convenio con ellos.

- ¿Cuándo lo inauguraron?

-Hace muy poco, el día 28 de diciembre, festividad de los Santos Inocentes.

- ¿Qué capacidad tiene?

-Son cuarenta y cinco habitaciones, treinta dobles y el resto individuales. Hay una suite principal.

- A día de hoy, ¿qué porcentaje de ocupación tienen?

-Casi la mitad. Esperamos llenar en un futuro próximo.

- ¿Quién ha sido el primer cliente?

-Un matrimonio madrileño, joven. Se fueron encantados.

- ¿Qué personal sostiene?

-Somos diecinueve personas, contándome a mí.

- ¿Disponen de restaurante?

-No, no tiene sentido. Hay alrededor una oferta maravillosa, y a la gente le gusta salir del hotel. En Asturias se come muy bien, tiene fama y además es barato.

- Usted, ¿qué aficiones conserva?

-La primera es viajar para conocer otras culturas. Esta afición surgió de la costumbre, ya que mi vida hasta los 16 años fue itinerante, debido al trabajo de mi padre. Me siento ciudadana del mundo.

- ¿Practica algún deporte?

-Sí, me gusta mucho el esquí, pero tengo una lesión en una rodilla.

- ¿Dónde vive?

-En la calle Cabrales, cerca del colegio de los Jesuitas.

- ¿Y cómo se las arregla para cuidar a su hija?

-Con la guardería, con los abuelos, con una chica, con el padre... El hotel no cierra.

- ¿Los abuelos viven cerca?

-No, residen en San Martín de Huerces. Compraron una finca y construyeron una casa.

- De su gestión, ¿qué es lo que más le gusta, con lo que más disfruta?

-La relación con los clientes. Oírles, tratar con ellos.

- ¿Tiene usted un buen sueldo?

-Sí, no me quejo.

- ¿Su marido qué hace?

-Es ingeniero eléctrico. La instalación eléctrica del hotel la hizo su empresa.

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