Buena parte de los niños de Gijón se recorrieron ayer la ciudad sobre ruedas. Los patines, las bicicletas y los carricoches parecen haber sido algunos de los regalos estrella de los Reyes Magos este año. El frío, eso sí, hizo que muchas familias optasen por quedarse en casa, sobre todo aquellas que se despertaron con consolas y tabletas digitales bajo el árbol. "Muchos padres intentamos alejarles de las pantallas cuando son muy pequeños. Será inevitable, porque esta generación prácticamente nace manejando una tablet, pero está bien, al menos, restringir los horarios y dejar que se diviertan con otras cosas", explicó Moisés Laviana mientras su niño de 4 años, Martín, enfilaba a toda velocidad la calle Corrida con su recién estrenada bicicleta de ruedines.

Tampoco tuvo ganas de caminar ayer Lola Tascón, que a sus cinco años pudo estrenar unos patinetes de cuatro ruedas que llevaba tiempo esperando. Aseguró, no obstante, que su regalo favorito fue una muñeca "LOL", así como un pequeño supermercado "de mentira" con el que todavía no ha trasteado mucho. Su hermana pequeña se llama Manuela, tiene tres años y los Reyes le trajeron un micrófono, según explicó su madre, Lara Rodríguez. "Se supone que es para cantar, pero de momento lo utiliza para darnos órdenes al resto. Le gusta mucho mandar", bromeó. Las dos pequeñas tienen también horarios fijos para el manejo de las nuevas tecnologías. "Los Reyes no le han traído consolas y en casa el horario de la tablet está restringid; mientras se lo puedan pasar bien con los juguetes de toda la vida, mejor", razonó.

En la familia de los Eguía, los Rodríguez y los Valero, que salieron ayer en grupo a pasear por el centro, fueron varios los niños que también habían pedido en su carta a sus Majestades una Nintendo Switch. "Se ve que los Reyes saben que ese tipo de cosas son caras y no corre prisa", defendieron los más mayores. Para contrarrestar el posible disgusto la decena de niños de la gran familia recibió un sinfín de juguetes de todo tipo: patinetes, pistolas de plástico, un patito de goma, un aparato para elaborar adornos para el pelo... "En cuanto empiezan el colegio ven que sus compañeros tienen consolas y ordenadores y ellos también se piden una, pero hasta los ocho o los diez años no la necesitan", explicó Jorge Valero.

Los franceses Naim y Aran Oumad, de 3 y 2 años, se mostraron ayer también conformes con sus patinetes y sus coches de juguete. Sin tocar una pantalla se pasó también el día la pequeña Vera Barredo, de 15 meses, que compartió sus nuevas piezas de Lego con Amelia Gaiad, que cumplirá en dos meses su primer año. Los padres, eso sí, lo tienen claro: muchos niños se pasan horas frente a una pantalla. Pero esos no bajan al parque.