Las labores de limpieza tras la cabalga de los Reyes Magos en Gijón vivió dos momentos de tensión al originarse dos pequeños fuegos en sendos camiones de la empresa municipal Emulsauno de ellos en la calle San Bernardo y el otro en la calle de Marqués de San Esteban. La rápida intervención de los operarios municipales evitó males mayores y todo quedó en un susto.

El primer incidente se registró en el tramo de la calle de San Bernardo una vez pasada la comitiva real. La recogida de serpentinas, confetis y demás artículos festivos para estos eventos provocaron un pequeño fuego en el interior de uno de los vehículos de Emulsa. El humo comenzó a hacerse cada vez más grande, pero la rápida intervención de los operarios, que utilizaron los extintores de los propios vehículos, lograron sofocarlo rápidamente con ayuda de la Policía Local, presente en el incidente.

El segundo caso ocurrió en el tramo final de la cabalgata, en la calle Marqués de San Esteban en su confluencia con la calle Felipe Menéndez. Una colilla mal apagada y arrojada al suelo fue recogida por uno de los camiones de limpieza y, al entrar en contacto con las serpentinas y demás papeles, también comenzaron a arder. En esta ocasión los trabajadores municipales utilizaron una manguera para inundar con agua el camión y evitar males mayores.

Refuerzo de plantilla

Refuerzo de plantillaCon motivo de la cabalgata de Reyes, la empresa municipal de Emulsa reforzó su plantilla, tanto el día 5 como ayer domingo por la mañana para devolver las calles de Gijón a la normalidad. De esta forma, en lo que se refiere al sábado, trabajaron 18 operarios, otros seis con máquinas sopladoras, doce más para el barrido de las calles y se pusieron en funcionamiento cinco máquinas barredoras y un camión cisterna, el que se utilizó para sofocar el fuego originado en la calle Marqués de San Esteban. Todos ellos estuvieron trabajando desde las 19.45 hasta la 1.45 horas para despejar el recorrido que trenzaron los Reyes Magos, incluido su paso por la plaza Mayor.

En la jornada dominical el trabajo comenzó a las seis de la mañana y se prolongó hasta las doce del mediodía. En esta ocasión fueron 72 los operarios de Emulsa movilizados y otras ocho máquinas barredoras para dejar la ciudad impoluta.